Tras 33 años al frente de la presidencia de Acoplásticos, Carlos Alberto Garay Salamanca pidió a la junta directiva no considerar su nombre para el próximo periodo de 2 años, por lo que cederá en los próximos días el timón al economista Daniel Mitchell Restrepo, quien ya ha estado vinculado a la organización.
Garay dice que entre los factores que han permitido que el gremio llegue a 56 años de vida están, entre otros, el concepto de la industria plástica como cadena productiva.
¿Qué diferencia tiene la industria plástica de 1984, cuando usted llegó, a la de hoy?
En ese entonces se procesaban 60.000 toneladas anuales y en el 2016 fueron 1,3 millones.
También se pasó de una industria concentrada en artículos para el hogar a una que atiende, entre otros sectores, infraestructura y agroindustria.
El plástico se volvió indispensable para los sectores de alimentos y bebidas.
El crecimiento promedio anual de la producción de plásticos en Colombia es del 7 por ciento, y cada 10 años crece el doble.
¿Qué cambios ha tenido el sector desde el punto de vista gremial?
En primer lugar, Acoplásticos nació como representante de los fabricantes de artículos plásticos. Sin embargo, luego de 1984 avanzó hacia el concepto de cadena productiva, es decir, sentó a los fabricantes de materias primas, y a los compradores de estas y consumidores, con el fin de incrementar la demanda de producto final. Se rompió el mito de que el productor de materia prima y el usuario no se podían sentar a la misma mesa, pues a pesar que cada uno tiene intereses diferentes en cuanto a precios son muchas las cosas que los unen.
¿Qué otros indicadores destacaría?
Hoy, Acoplásticos representa no solo los fabricantes de artículos plásticos sino, entre otros, a los de la petroquímica, los químicos, el caucho, pinturas, tintas y fibras.
También se vio en estos años la necesidad de educar profesionales porque, hace unos años, aunque había unas 2.000 pequeñas empresas, existían productos de mala calidad que afectaban la reputación.
Inclusive las grandes empresas o las que tenían más recursos, se modernizaban y vendían las máquinas viejas a los pequeños.
¿Cuántos empleos genera el sector plástico?
Primero le doy otras cifras representativas: los 1,3 millones de toneladas al año que procesa valen 2.600 millones de dólares, pues cada una cuesta 2.000 dólares.
Con ese valor agregado, la representatividad de la cadena sube a 5.200 millones de dólares anuales.
Igualmente, los afiliados al gremio representan el 60 por ciento de la producción total del sector.
En Colombia, calculamos que hay unos 2.500 establecimientos en los que se procesan plásticos, generando unos 200.000 empleos directos.
¿A nivel de investigación y capacitación que han hecho?
Hace 24 años se creó el Instituto de Capacitación e Investigación del Plástico y del Caucho (ICIPC), para que sirva de laboratorio de control de calidad y enseñanza. Nos asociamos con la Universidad Eafit en Medellín y lo dotamos con los equipos de laboratorios y profesionales idóneos, y con el fin de capacitar y asesorar técnicamente a las compañías.
En la crisis económica de 1999 algunos gremios fueron absorbidos por otros, ¿por qué Acoplásticos se mantuvo?
Durante esa crisis, algunos gremios fueron absorbidos por otros debido a que los sectores que representa son dinámicos. Lo otro es que resolvimos ser un gremio con énfasis técnico, cuyo principal objetivo es que nuestro trabajo se refleje en las condiciones productivas de afiliados y en la industria.
Es caso de estudio en Harvard Business School, y quien lo ideó y redactó fue Michael Porter en el 2003. Él volvió a revisarlo en el 2006 y todo indica que lo actualizará este año.
En el 2003, un profesor nos invitó a las aulas de Harvard, entre otros, porque la teoría de Porter maneja el concepto de clúster, que es o nacional o regional, de acuerdo con que si es en un solo sitio o varios. Les pareció novedoso que manejamos la teoría de cadenas productivas, que es un concepto absolutamente empresarial y que indica cómo se relacionan las compañías con proveedores y clientes.
El maestro también dijo que nos invitaban porque la teoría de Porter habla de competitividad, que es un concepto nacional y Acoplásticos y el sector la tienen entre los objetivos.
También les llamó la atención el mensaje que damos de que el empresario debe ser más productivo, que es una condición necesaria para afrontar otros problemas que no dependen de él como la tasa de cambio y la infraestructura.
El caso se ha analizado en 16 universidades en el mundo.
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