El incidente ocurrió en la tarde del jueves, cuando un avión F-16 de Israel disparó contra un vehículo aéreo no tripulado que, según información de la FAI, era controlado desde la Franja de Gaza. El aparato ingresó al espacio aéreo israelí, pero no llegó a alcanzar tierra firme.
El ejército de Israel indicó que “no permitirá ninguna violación del espacio aéreo” de su país y actuará “de inmediato” ante situaciones similares.
Hamás no emitió ninguna reacción frente a los hechos. Según informes de las autoridades de Israel, el movimiento tiene ya la tecnología para producir sus propias aeronaves no tripuladas, con capacidad para transportar explosivos.
En declaraciones a 'The Jerusalem Post', Yoram Schweitzer, investigador principal y jefe del Programa sobre Terrorismo y Conflicto en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional en Tel Aviv, dijo que “los ataques con drones son una situación para la que Israel debe prepararse”, tal y como lo hace con respecto a los túneles en la frontera con Gaza.
Durante la Operación Pilar de Defensa, conducida en el 2012, las Fuerzas de Defensa de Israel destruyeron instalaciones en las que, aseguraron, Hamás trabajaba en la construcción de drones. El general Tal Russo dijo que los aparatos destruidos por sus fuerzas no eran otra cosa que “armas avanzadas” y que se planeaba usarlos no para tomar fotografías, sino para llevar a cabo ataques contra Israel.