Una vez el balón traspasó la red y Millonarios consiguió su primera anotación frente a Tolima, los hinchas reventaron el júbilo y los compañeros salieron a abrazar a Harold Santiago Mosquera. Sin embargo, él estuvo frío. No fue eufórico, algo no le generaba la explosividad para salir a celebrar su gol. La razón fue clara: su mamá, Ana Patricia Caicedo, se encuentra en quimioterapia para superar un cáncer.
“Mi mamá hoy (este miércoles) estuvo en quimioterapia. Fue algo muy difícil no poder acompañarla por estar en concentración, pero ella sabe que de corazón estaba con ella y que estoy apoyándola. Le mando un saludo”, dijo con una mirada perdida Mosquera.
Su madre, quien lo esperaba en casa una vez se acabara el encuentro, es el motor de este jugador que ha venido trabajando fuertemente para triunfar y sacarla a ella adelante en este cuadro médico que presenta.
“Es algo muy difícil. Yo le decía antes de su quimioterapia a ella que cómo iba a hacer para jugar, porque ella no me llamaba ni me decía cómo le había ido, pero sabía que haciendo goles ella iba a estar orgullosa. Sé vamos a salir adelante. Yo la respaldo”, añadió.
Yo siempre voy a estar aquí para ti mi guerrera❤️Te prometo que vendrán días mejores,llenos de felicidad, paz, diversión y mucho amor mami❤️ pic.twitter.com/NN3HUezGsB
Ya sobre su trabajo en el terreno de juego, Mosquera afirmó: “Estoy agradecido por esta noche mágica, se venía trabajando muy bien. Estaba esperando tenía ganas de tocar esa red y hoy (miércoles) se dio dos veces. Espero darle muchos triunfos a este equipo. A veces me ganaba la ansiedad, pero hoy estoy aquí y estoy preparado”.