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Ahorrar y planear, la manera de asegurar la educación de sus hijos

Ahorrar y planear, la manera de asegurar la educación de sus hijos

Son las experiencias de tres padres de familia que decidieron asegurar la educación de sus hijos.

21 de febrero 2017 , 05:24 p. m.

Pagar los estudios de sus hijos, sin tener que adquirir grandes deudas y préstamos con entidades financieras, fue la decisión a la que le apostaron estas familias.

Todos, desde sus capacidades económicas, obtuvieron una póliza de ahorro educativo con la cual buscan pagar -o ya lo hicieron-, las matrículas universitarias de sus hijos.

Jose Guillermo Barros es un padre de familia que se encuentra en la etapa de ahorro, y espera que sus hijos puedan estudiar sin ningún tipo de inconveniente. “La tranquilidad que tengo de saber que podré resolver la universidad de mis dos hijos es incomparable. Ambos siguen en el bachillerato, pero quiero dejar esa parte lista porque en Colombia la educación es muy costosa y es importante tener este ahorro que además, con el tiempo, se duplica o triplica”.

Por su parte, María del Pilar Barragán asegura que “fue la mejor experiencia. Si uno puede y tiene la capacidad de acceder al seguro, es la mejor decisión porque es brindarles un mañana a los hijos. Mi hija estudia en una buena universidad y tengo la tranquilidad económica de poder pagarla, pues el seguro me costó 39 millones y la carrera de la niña vale 120 millones. Además, mi hija estudia dos carreras, y el seguro me cubre los costos de ambas”.

Por otro lado se encuentra Alberto Vega Camargo, quien lleva cinco años ahorrando para pagar la educación de sus hijos. “El de mi hija mayor lo tomé hace cinco años y ya lo empecé a utilizar, me cubre por lo menos 10 semestres en la universidad, cueste lo que cueste; pero además, me da tranquilidad en estos momento porque aunque aumente lo que aumente el semestre, a mí no me afecta, pues la aseguradora gira a la universidad directamente el valor de la matrícula”.

Y es que la adquisición de un seguro educativo en realidad no supone mayor trámite que el de acercarse a una oficina o punto de servicio y recibir asesoría personalizada para establecer los montos y las cuotas que se van a obtener.

“Es muy fácil, solo se debe hacer una placeación de los pagos y ver si se tiene la capacidad de cubrirlos. Incluso, se puede comprar de contado como un apartamento, o pagar la cuota inicial y te dan la opción de difererir los pagos a cinco años, pero si uno los quieres terminar antes, pues se pagan antes”, afirma Vega.

Además, un padre de familia puede elegir el tipo de seguro que quiere pagar y organizarse de manera que las cuotas se ajusten a su economía de la mejor forma. “El que yo tomé me parece excelente porque al pagar la cuota inicial (esa primera inversión que es el 10%), si a uno como tomador le llega a ocurrir algo, en caso de invalidez o muerte, digamos que el seguro cubre igual los 10 semestres de universidad de la persona asegurada. En otras palabras, ese dinero ya no hace parte de los activos de uno, por lo que en caso de embargo o de cualquier situación imprevista, eso va directamente para la educación de los hijos. Es educación garantizada”, añade Vega.

Por otro lado, existen unos tiempos mínimos para poder aplicar a los seguros educativos, que se han establecido con el fin de garantizar el cubrimiento de los estudios universitarios totalmente o por lo menos en su mayoría. “Mi hija, se encontraba en ese entonces en séptimo grado de bachillerato, me dijeron que debía adquirirlo (el seguro) al menos con cinco años de anticipación y eso hice. Por lo que ese tiempo de anticipación me permitió ahorrar más”, menciona María del Pilar Barragán.

En el caso de Jose Guillermo, cuyos hijos todavía no han entrado a la universidad, el padre de familia lleva 10 años ahorrando el dinero con la aseguradora y afirma que al día de hoy las ganancias ya van en un 75% más de lo que él pagó al principio.

“Lo único que uno hace es enviar la orden de matrícula con una copia del documento de identidad y la aseguradora se encarga del desembolso, a uno solo le llega el pantallazo del pago. Pero hay una recomendación importante, y es que entre más pequeño sea el niño, pues más tiempo tienen de ahorro y más ganancias lograrán obtener los padres para más adelante cubrir los gastos de la universidad”, finaliza Vega.

“Uno nunca sabe si va a estar vivo o si algo pueda pasar, por lo que invertir en el seguro es la mejor manera de sortear esos imprevistos o calamidades. Pero, además es una ganancia que se va aumentando con el tiempo, lo cual no pasaría si de un momento a otro se quiere pagar una matrícula, lo que supone la mayor ventaja de obtener un seguro educativo”, puntualiza Barros.

 

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