El vicepresidente Germán Vargas Lleras prepara con cautela su salida del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y explora diversos caminos para ir por la Presidencia en 2018.
Aunque legalmente tiene plazo hasta finales de mes para renunciar al cargo y no inhabilitarse, la decisión que tomó es que se va del Gobierno antes del 15 de marzo.
Mientras llega esa fecha, se dedicará a entregar obras de infraestructura, vivienda y acueducto, que son los temas a los que se dedicó los últimos dos años y medio. La ejecución presupuestal en estos sectores –mientras él estuvo a cargo– llegó a cerca de 60 billones de pesos, un nivel sin precedentes.
Pero la carrera que inicia por la Presidencia no será sencilla, pues tendrá una serie de dificultades para empezar a sortear inmediatamente.
Su partido, Cambio Radical, está marcado por escándalos, como los avales a dos gobernadores de La Guajira, ‘Kiko’ Gómez (destituido y condenado por homicidio) y Oneida Pinto, (destituida). Y sabe que por esto le lloverán las críticas.
Por eso, según revelaron congresistas de Cambio Radical cercanos al ‘Vice’, él prácticamente ya tiene decidido que inscribirá su candidatura por firmas.
Aunque Vargas Lleras registra niveles favorables de intención de voto en las encuestas, no tiene un camino despejado con los principales partidos políticos, los cuales parecen ser todavía indispensables para poder llegar a la Casa de Nariño.
Y en este punto, él no la tiene fácil para lograr consolidar una alianza de partidos que asegure su triunfo.
Vargas Lleras tendría que acudir a los liberales y ‘la U’, pero desde esas colectividades por ahora no lo ven como prioridad para una coalición, pues quieren ir con candidato propio a la primera vuelta presidencial en el 2018.
Aunque se ha hablado de la posibilidad de llevar a cabo una consulta para elegir el candidato presidencial entre los partidos cercanos al Gobierno, son pocos los partidarios de que en ella participe Vargas Lleras.
El asunto es que los aliados de Santos, con sectores de la centro izquierda, quieren liderar una coalición para defender el proceso de paz, donde Vargas no tiene un puesto seguro.
Para el politólogo y columnista Pedro Medellín, Vargas Lleras tiene que tomar en los próximos días “dos decisiones fuertes: si se va con Cambio Radical o con un movimiento por firmas y tendrá que definir sus aliados políticos, es decir, si toma partido con los del ‘No’ o del ‘Sí’ ”.
Por su parte, Andrés Molano, catedrático y director académico del Instituto Hernán Echavarría, dijo que el Vicepresidente tiene que “mirar muy bien cuáles son las bisagras que va a construir, porque la campaña presidencial en 2018 será de coaliciones”.
Para él, Vargas “debe pensar muy bien sus fórmulas para equilibrar sus apoyos políticos”.
Y aunque ni el Presidente ni Vargas Lleras admiten que sus relaciones se han deteriorado, en sectores parlamentarios sí se habla de un “enfriamiento” en sus comunicaciones.
Incluso, la semana pasada, el senador Germán Varón (Cambio Radical) renunció a hacer parte de la delegación oficial para los diálogos con el Eln y a ser ponente del acto legislativo que crea la Justicia Especial para la Paz.
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