A pesar de que el sector de la construcción ha tenido en 2015 y 2016 los mejores años en la historia por ventas de vivienda nueva, aseguran que la falta de curadores urbanos está afectando la dinámica del sector.
Eduardo Loaiza, Gerente de Camacol Antioquia, indicó que al haber solo dos curadurías funcionando de las cuatro que tiene la ciudad, los trámites se han duplicado el doble de tiempo por lo que muchos de los trámites se están haciendo en otros municipios del valle de Aburrá.
Acorde al directivo, mientras en municipios como Itagüí los trámites pueden tardarse hasta cuatro meses, en Medellín pueden oscilar entre 6 y 10 meses.
“Medellín ha perdido participación en el valle de Aburrá llegando a un 28 por ciento cuando en otro tiempo tenía el 65 por ciento de la actividad. Se podría pensar en lograr un 50 por ciento pero necesitamos tener a todos los curadores”, indicó Loaiza.
Por eso, tras la inhabilidad por ocho años impuesta por la Procuraduría General de la Nación a Carlos Alberto Ruiz, quien se posesionaría como curador urbano primero de Medellín, agudizó el problema.
Por eso, Camacol Antioquia y la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos (SAI) enviaron una carta al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez y Carlos Alberto Ruiz.
En la misiva al mandatario, las entidades le piden no solo que no posesione a Ruiz –quien puede apelar la decisión- sino que realice un nuevo concurso para llenar las plazas restantes.
“Le solicitamos que inicie la convocatoria, con carácter Urgente, de nuevo concurso que permita el nombramiento de los curadores en propiedad que hacen falta en la ciudad y que la dinámica de sector, tanto para los proyectos del sector público como del sector privado y la comunidad en general lo requieren en la actualidad y que proyectamos, incrementarán la demanda de sus servicios hacia el futuro inmediato”, dice el comunicado firmado por Loaiza y por Martín Alonso Pérez, presidente de la SAI.
De otro lado, en el escrito a Ruiz, los directivos le solicitan reconsiderar la decisión de apelar el fallo y posesionarse como curador primero.
“En dicha curaduría se encuentran radicados cerca del 70 por ciento de todos los trámites del sector formal de la construcción de la ciudad, públicos y privados y las demás Curadurías carecen de la capacidad para asumir una gran proporción de dichos trámites, de allí que, respetuosamente, consideramos que no es conveniente ni tiene presentación que usted asuma como curador urbano primero de la ciudad”, indica el escrito.
Tanto para la SAI como para Camacol, los curadores son una especie de ‘Notarios’ que generan confianza, por lo que las Curadurías Urbanas cumplen una función vital para el sector de la construcción y el desarrollo y crecimiento planificado y legal de las ciudades.
Aún no se conoce respuesta de ninguno de los dos destinatarios.
MEDELLÍN