A Colombia le llegó la hora de la paz, con todo su costo, en medio de un contexto internacional turbulento que impactó los ingresos del país, tanto por el lado de los recursos provenientes del petróleo como por el de la disminución de las ventas externas (exportaciones).
No obstante, “Colombia no debe vacilar en incurrir en los gastos de la paz”. Así lo sugirió el nobel de economía Joseph Stiglitz, uno de los conferencistas centrales en el foro ‘El futuro de Colombia: justicia social y economía’, organizado por la Universidad del Rosario y EL TIEMPO.
Para Stiglitz, los gastos del posconflicto son una inversión hacia el futuro; “exceden los beneficios, por lo que hay que financiarlos, aun –si fuera necesario– acudiendo al endeudamiento”.
Sin embargo, uno de los desafíos que tiene Colombia, y que es más complejo, según agregó el nobel, es el de solucionar la inequidad, porque “la inequidad genera conflicto; sin esto, el proceso difícilmente podrá ser sostenible”.
Tierra y empleo
En ese contexto, para Stiglitz, “sostener la paz implica asegurar que haya tierra y empleo para la gente”, lo que ayudaría a que se dejara de ignorar la inequidad. Desde esa perspectiva, subrayó que las brechas no son generadas por la tenencia o no de recursos, sino por la tenencia o no de conocimiento. Por eso, hoy el mundo muestra pocos avances; “el ingreso real promedio no ha visto progreso, está igual a como fue hace 60 años”.
Esto se debe a que las diferencias en el acceso a las oportunidades benefician a los que están en la cúpula, mientras que “al que está más abajo solo le llegan goticas”, expresó.
Otro de los consejos de Stiglitz es el de aprovechar lo que llamó la era del proteccionismo, en referencia a las políticas que está aplicando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a sabiendas de que el comercio de los países emergentes depende en gran medida de ese país.
En línea con el presidente Juan Manuel Santos, con quien sostuvo un conversatorio público, ambos nobeles coincidieron en la necesidad de incrementar la integración regional de América Latina, y en particular aprovechar la de los cuatro países que integran la Alianza Pacífico (México, Chile, Perú y Colombia) para mejorar el desarrollo económico de sus países y responder así al proteccionismo estadounidense.
“Es necesario que Latinoamérica marque sus propias normas para el comercio del siglo XXI en la región”.
Al respecto, el presidente Santos lo interrogó sobre “qué tipo de inversión atraer a Colombia”, a lo que Stiglitz respondió que, aunque cada país encontrará la manera de enfrentar el proteccionismo, sería la oportunidad de entrar a producir medicamentos genéricos.
Recomendó también que al pensar en los impuestos, se deben escoger los que tienen doble dividendo. Es el caso del gravamen al carbón, que a la par con la generación de ingresos públicos, desanima las actividades destructivas.
Inequidad en Colombia
Durante el conversatorio con Stiglitz, el presidente Santos aseguró que parte de la desigualdad que todavía tenemos en el país, y que “es inmensa”, se debe a la “acumulación de inequidades que durante tantos años se generaron, producto de una pésima distribución de regalías”.
El jefe de Estado también recordó: “Estamos en este momento haciendo un programa (Colombia Repunta) para darle un empujón a la economía, de manera que pueda crecer a tasas más altas que no necesariamente dependen del mercado externo, sino del interno”.
En ese mismo orden de ideas, agregó que su gobierno está fortaleciendo las posibilidades económicas con los países con los cuales se tiene un gran potencial de integración, como los que hacen parte de la Alianza del Pacífico.
Y, en una clara respuesta a lo dicho por Stiglitz, recordó que el Gobierno colombiano está “interviniendo en infraestructura y educación”. A lo que el académico respondió que para él, la inversión en educación es necesaria si se quiere cerrar brechas.
Además, dijo que la equidad, a su juicio, se consigue con más educación.
El nobel de economía también le dijo a Santos que cuando se explota la minería, el país se está volviendo más pobre porque está gastando la riqueza. Y agregó que los recursos provenientes de esa fuente se deben invertir en beneficio de la gente.
Y concluyó: “La visión que tenemos para dejarles a las próximas generaciones es un país en paz, un país con más equidad y un país más educado, el país más educado de América Latina en 2025”.
Visiones de líderes económicos
Bruce Mac Master - Presidente de la Andi
Sobre el posconflicto, dijo que todos tenemos que ser parte de la solución. Para él, este no puede ser un debate de tres personas del Gobierno y tres de las Farc, sino que debe ser una discusión de todos los colombianos. Y precisó: “Si no se genera empleo, no seremos capaces de generar mayor inclusión”.
Guillermo Perry - Exministro
A su juicio, es necesaria una reducción del gasto ahora que comienza el posconflicto, redefiniendo sus prioridades en temas como vías terciarias y navegación fluvial, entre otros. Eso sí, advirtió que incumplir la regla fiscal es imposible, pues nos llevaría a una falta de credibilidad del país.
Mauricio Cárdenas - Ministro de Hacienda
Se refirió a Colombia Repunta, el plan lanzado para reactivar la economía. “En el 2016, el país estaba en incertidumbre por el proceso de paz y la reforma tributaria. Este es un año para cosechar, y los principales frutos los dará el desarrollo de las vías 4G, pues se harán 21 % de las obras”.
Mónica de Greiff - Cámara de Comercio
Dijo que debemos dejar de ver el aporte al tema de paz “como simple donación”, pues se debe participar creando asociaciones público-privadas y políticas públicas para que la paz sea sostenible. Para ella, la educación debe estar acorde con las necesidades territoriales.
Miguel Cortés - Grupo Bolívar
Para él, el problema de Colombia no es la violencia, sino “la falta de principios y valores, la corrupción”. Como ejemplo dijo que la inversión en salud no llega a su destino. E ironizó diciendo: ahora todos los candidatos presidenciales se van a comprometer a acabar con la corrupción.
EL TIEMPO