Como un acto de reconciliación entre víctimas y victimarios, la fundación Mil colores para mi pueblo lanzará este jueves, en Bogotá, su proyecto ‘Memorias a color’.
La iniciativa busca que, a través del arte, se cree un espacio de reparación y reconciliación en las comunidades afectadas por la violencia.
La idea es que las víctimas, luego de una intervención psicológica y pedagógica, plasmen en unos modelos de casa a escala (de alrededor de 25 cm) sus vivencias y su dolor, a través de la pintura.
Son 300 piezas, que fueron elaboradas por desmovilizados de las Farc, el Eln y de grupos paramilitares, capacitados por el Sena, las cuales serán pintadas por las víctimas.
“Este es un proyecto bonito. Nosotros ayudamos en lo que se requiere para sanar lo que de pronto uno hizo en antiguas ocasiones”, aseguró Disney Peña, desmovilizado hace más de 6 años, y quién es uno de los contribuyentes en la elaboración de las pequeñas piezas.
Estas casas a escala, hechas en madeflex, serán llevadas a nueve departamentos, en los cuales quienes han padecido en carne propia las consecuencias del conflicto procederán a ponerles colores como parte del proceso de sanación.
Una vez pintados, estos modelos serán exhibidos en el distrito cultural de Miami, Wynwood; en la embajada de Colombia en Madrid y en Barcelona, y en el Museo de Arte Latinoamericano (Malba), en Buenos Aires (Argentina).
El proyecto contará con la participación de Pinturas Tito Pabón, IBM, Servientrega, Ayuda en Acción, Agencia Colombiana para la Reintegración y Procolombia.
Además cuenta con aliados como la periodista de EL TIEMPO y activista Jineth Bedoya, el actor Sebastián Eslava y la comunicadora y presentadora Claudia Palacios.
El lanzamiento oficial del proyecto es este jueves, a las 7 p. m., en la Galería Herencia Verde, en donde se expondrán 45 de estas piezas artesanales, las cuales fueron pintadas por artistas como Pedro Ruiz, Luis Carlos Cifuentes, Cacerolo, Felipe Bedoya y Beatriz González, entre otros.
“De las expresiones humanas, la más sublime y poderosa es el arte. Es una manera muy efectiva de ayudar y reconciliar a la gente”, manifestó Ruiz.
También se exhibirán algunas piezas pintadas por víctimas, como Idalidez Ayazo, quien sufrió, junto con su familia, el desplazamiento en dos ocasiones. Ayazo aseguró que “este es un proyecto para el momento de la paz” y que ayuda a la “unión y el perdón”.
Ella pintó el desplazamiento que tiene en su memoria, junto a la paloma de la paz, lo que indica, según ella, una nueva era de reconciliación y perdón en las víctimas.
REDACCIÓN PAZ