De los 87 municipios del departamento de Santander, 49 se encuentran en alerta roja, incluyendo la ciudad de Bucaramanga y su área metropolitana, por estar bajo amenaza de la ocurrencia de incendios forestales, así lo señaló el coordinador del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo, Ramón Andrés Ramírez.
"Tenemos más del 50 por ciento del departamento en alerta por incendio forestales. También ha advertido el Ideam (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia) que esta temporada seca termine a finales de marzo y lleguen las lluvias en abril", dijo el funcionario.
De acuerdo con un reporte de atención de las emergencias, en lo corrido del año 128 hectáreas han resultado afectadas por la ocurrencia de deflagraciones.
Puerto Wilches, con 70 hectáreas de cultivos de palma consumidas por las llamas, es el municipio más afectado del departamento, seguido de Rionegro, que tiene un incendio activo que hasta ahora ha calcinado más de 40.
El coordinador del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Santander explicó que, aunque históricamente en los primeros meses del año suelen presentarse fuertes olas de calor y desabastecimiento de agua, son las quemas controladas y otras actividades del ser humano las que desencadenan estas emergencias.
"Estos incendios en su mayoría tienen origen en la mano del hombre (…) En muchas ocasiones, se realizan quemas para la preparación de la tierra, como un procedimiento más económico, para dejarla lista para los cultivos, pero hay que recordar que esto se sanciona y está prohibido", añadió.
En el caso del área metropolitana de Bucaramanga, en el municipio de Girón se registraron dos siniestros durante el fin de semana, uno de ellos en la vereda Motoso y otro en Llano Grande. En esta última, las llamas arrasaron con ocho hectáreas y, al parecer, los responsables serían varios jóvenes que, según los vecinos del sector, estaban consumiendo sustancias alucinógenas.
Los menores fueron retenidos por la comunidad y conducidos a la Comisaría de Familia, donde, tras firmar compromisos por parte de sus padres, regresaron a sus hogares.
Entre tanto, en Bucaramanga el último incendio de grandes proporciones se registró el pasado domingo en cercanías al barrio El Porvenir, en la cárcava tres del relleno sanitario El Carrasco, donde se disponen escombros y residuos de las podas.
Según Hugo Uribe Flórez, habitante del sector, las llamas empezaron hacia las cinco de la tarde y, según él, no fueron provocadas por la mano del hombre. "Ahí botan colchonetas, tablas y chamizos y eso se prendió en menos de nada", comentó.
El temor en la comunidad se incrementó cuando las llamas alcanzaron grandes alturas y estaban a unos 10 metros de sus viviendas. "Llegó la Policía y luego los Bomberos y como a las 3:00 a.m. logramos apagar el incendio", relató Uribe Flórez, quien apoyó al organismo de socorro hasta controlar el fuego.
Por su parte, el oficial de Bomberos de esa capital, el teniente Jorge Peña González, indicó que para controlar el incendio se usaron cuatro máquinas, una de ellas del Cuerpo de Bomberos de Floridablanca, y 15 hombres.
BUCARAMANGA