Tras permanecer estancada durante cuatro días por la resistencia de un grupo de campesinos del Catatumbo, la caravana de cerca de 200 integrantes del frente 33 de las Farc reanudó ayer su marcha hacia la Zona Transitoria de Normalización, ubicada en la vereda Caño Indio, en Tibú, Norte de Santander.
Según líderes de esta agremiación rural, la disposición de despejar el camino fue de manera parcial y por una decisión que se concertó durante una asamblea en la que participaron cerca de 80 líderes comunales de diferentes municipios de Norte de Santander, como El Zulia, Sardinata, El Tarra y San Calixto, entre otros.
Sin embargo, la guardia de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), con 500 personas, se apostó nuevamente en el sector de El Taladro, a cinco kilómetros del punto de desarme, para impedir el arribo de estos guerrilleros al tramo final de su travesía hacia la paz.
Este lunes los campesinos llevaron a cabo un nuevo bloqueo, a pesar de que ya fueron atendidas las peticiones de Ascamcat de redoblar la seguridad y la presencia del mecanismo tripartito de los acuerdos de paz, en el lugar donde fueron vistos 50 hombres armados amenazando a las familias del corregimiento La Gabarra, de Tibú.
“Esperamos que la intermediación de la ONU logre llegar a un acuerdo para que se culmine el trayecto”, aseguró el alcalde de Tibú, Alberto Escalante.
Hoy se realizará un consejo de seguridad, en donde se espera conocer un informe sobre las denuncias entregadas por la comunidad sobre la presencia de un grupo armado en la zona. El ministerio de Defensa, Luis Carlos Villegas, anunció la llegada de 2.200 uniformados del Ejército y la Policía.
CÚCUTA