Como un ajuste de cuentas entre estructuras criminales que delinquen en la ciudad fronteriza fue la primera hipótesis arrojada por la Policía Metropolitana Cúcuta sobre el asalto armado que ocurrió el domingo en la noche, a las afueras de la discoteca Latinos del barrio Aeropuerto, dejando cuatro personas muertas y dos heridas.
Las primeras informaciones indican que los hermanos Wilfredo e Isidro Antonio Ballesteros Durán, oriundos de Aguachica (Cesar), que perecieron en el cruce de disparos, eran dos reinsertados que se habían sometido a un proceso de desmovilización, tras pertenecer a las filas de un grupo subversivo de la región.
Las otras víctimas son un expolicía identificado como Eduardo Mendoza, de 34 años, que fue retirado de la institución por razones que aún se desconocen, y una mujer llamada Martha Yolima Fuentes.
“La Policía ofrece hasta 30 millones de pesos por información que nos ayuda a encontrar los responsables de este lamentable hecho que se presentó en horas de la noche. El ataque se perpetró con pistolas, lo que indica que hay un grupo organizado el que está detrás de este hecho”, aseveró el coronel Javier Barrera, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
Los heridos de esta violenta arremetida, Jonathan Corrales Moncada y William Palacios Sánchez, se encuentran en el Hospital Universitario Erasmo Meoz donde reciben atención médica.
Según el reporte de las autoridades, los dos hombres que perpetraron el homicidio múltiple se transportaban en una motocicleta de marca venezolana.
Como medida para dar con el paradero de los responsables de este crimen, la institución desplegó un plan candado en la capital nortesantandereana que se va a extender durante toda la semana hasta lograr esclarecer los móviles del hecho.
En el sector donde se produjo el ataque, al norte de Cúcuta, se tiene evidencias del accionar delictivo de redes y estructuras criminales que se dedican a la venta de estupefacientes, aseguran los uniformados.
El más reciente hecho que obedece a acciones de bandas de sicarios se produjo en el municipio fronterizo de Villa del Rosario, en el área metropolitana, donde la Policía estableció que tanto las personas asenadas como los responsables del ataque procedían de Venezuela.
CÚCUTA