Señor Director:
Solo cuando padecemos los rigores de los climas extremos nos lamentamos por nuestros propios excesos contra la naturaleza. Llevamos pocos días soportando altas temperaturas, que nos desesperan, y ya anhelamos encontrar un arbolito donde podamos protegernos del calor sofocante, pero sin recordar que hemos acabado con bosques completos.
Esto apenas es una pequeña prueba de lo que nos espera si no cambiamos nuestra conciencia ecológica y protegemos nuestro entorno. Las consecuencias de estas afectaciones solares son inconmensurables: incendios forestales, sequía, alteraciones de la piel, pérdida de cosechas y pastos, aparición de plagas y enfermedades, etc. Por ahora, lo inmediato es usar sombrilla, cachucha, protector solar, hidratarnos constantemente y consumir frutas y verduras, según recomendaciones de los expertos; pero lo más importante es sembrar y cuidar muchos árboles. Ya dentro de poco ni los perros encontrarán un arbolito donde puedan alzar su patica.
Gerardo Dussán D.
¿Trabajar con tragos?
Señor Director:
No dejan de sorprender algunas decisiones de la Corte Constitucional. Ahora decide que mientras los efectos del alcohol y las sustancias sicoactivas no afecten la labor de un trabajador, las empresas no pueden prohibirle desempeñar su labor. ¿Qué pasa entonces con la disciplina, el código de ética laboral, la responsabilidad individual, el respeto por los compañeros de trabajo, la seguridad industrial, la buena imagen de la empresa, etc.?
Al amparo de la ley, y seguramente argumentando el libre desarrollo de la personalidad, la Corte está otorgando una serie de beneficios y gabelas a los trabajadores que, lejos de contribuir a su formación, les permiten justificar su actuar irresponsable.
Mario Patiño Morris
Bogotá
No juegan en equipo
Señor Director:
En el campeonato suramericano de fútbol sub-20 que se está realizando en Ecuador, clasificatorio para el próximo mundial de esta categoría, nuestra selección hizo una penosa representación.
No se compadece que habiendo en el país –en clubes aficionados, profesionales e incluso en fútbol de barrio– tan buenos jugadores en estas edades, nuestra Federación no hubiese podido armar un buen equipo ni tampoco llevar un buen seleccionador.
Estos jugadores que nos representaron, muchos de ellos muy habilidosos, por cierto, no juegan como equipo; juegan solos, se sacan solos, y nuestro entrenador Restrepo pareciera no darse cuenta de ello.
Que alguien responda por tan malos resultados.
Rafael A. Córdoba Ardila
Bogotá
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