Lo que por ahora es una incipiente tendencia, un producto exclusivo, una rareza del mercado tendrá que ser –tarde o temprano– la norma. Sí, la marroquinería está cada vez más preocupada por ofrecer productos amigables con el medio ambiente, haciendo que su proceso de elaboración no resulte tan contaminantes. Esta es una respuesta a un público cada vez más exigente con el tema y comprometido con la sostenibilidad del planeta.
“Nuestros parámetros tradicionales de moda están cambiando y empezamos a tener prioridades diferentes, como por ejemplo, el tema sostenible, que se verá reflejado en las próximas temporadas”, afirma Ángela Useche, directora de la Red de Conceptos de Moda de Acicam, a propósito de la feria del cuero que terminó ayer en Bogotá.
Productos con un uso eficiente de las materias primas, que duren más, que no sean contaminantes ni en su proceso de producción ni en su ciclo de vida, y que usen materiales reciclados tienen un valor agregado y son cada vez más apetecidos por un público dispuesto a pagar.
Desde la concepción de sus marcas, las diseñadoras Denise Gerassi, de Brasil, y Tatiana Luna, de Colombia se comprometieron con en este concepto ecoamigable.
Tatiana Luna y su mirada retro
Las carteras de la abuela, esas estilo baúl, cuadradas, propias de los años 50, siempre han estado en la cabeza de Tatiana Luna, aunque esta diseñadora industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano solo tiene 25 años.
“Me parece una época en la que las mujeres se vestían con mucha elegancia, que me sirve de inspiración”, comenta esta bogotana que hace un año y dos meses decidió “hacer en serio” algo que hacía por afición: carteras. “Es un accesorio que siempre te acompaña, siempre vas a necesitar una sin importar el momento o la ocasión”, dice.
Como su familia está en el negocio de las curtiembres, Tatiana aprovechaba el cuero que sobrara para hacerse sus bolsos y los de sus amigas. “No sabía nada sobre cómo hacerlos, me ayudaban en los talleres; era algo muy relajado mientras estudiaba”, cuenta. Aprendió, probó suerte en ferias de emprededores y le fue bien. Ahí se animó lanzar su marca epónima, con un sello especial: “usamos cueros de una empresa que tiene manejo de aguas contaminadas, que las reutiliza y no usa cromo en el proceso para ayudar al medio ambiente”, agrega.
Además, el manejo del color (verde, rosado, azules, rojo) le da un toque contemporáneo a su producto.
Pieles de pescado y Denise Gerassi
Desde que estaba en el colegio, Denise Gerassi mostró el talento que tenía para la química, tanto, que sus maestros la alentaron para que estudiara esta carrera. Así lo hizo y luego le agregó la de farmaceuta. Con esa preparación, trabajó 20 en la industria de los medicamentos. Pero se cansó de las responsabilidades y la exigencia del trabajo y pensó en dedicarse a otra pasión: las carteras. En Sao Pablo, donde nació y vive, tiene un cuarto con 300 modelos diferentes.
Claro que allí también están los que ahora diseña con su marca epónima, que nació hace dos años y medio, a la que desde el principio quiso darle un valor agregado. “Quería hacer algo femenino con materiales sostenibles; viniendo de la industria química, quería aportarle al medio ambiente. Por eso uso pieles de dos peces de río: pirarucú y el amarillo, que se consumen mucho en el país y la industria aprovecha su piel. Es un producto con valor agregado por la calidad y el proceso ecoamigable”, comenta.
Sus diseños son atemporales, otra manera de colaborar con el medio ambiente y a una línea principal, en la que no falta el negro, le va agregando nuevos diseños.
A bajarse de los tacones, arriba la comodidad
Este año, en el clóset se pueden quedar guardadas las plataformas y las botas. La comodidad prima sobre todas las cosas, por lo que el calzado deportivo con pedrería, en satín y bordados, cobra protagonismo a lo largo del año, junto a los zapatos de tacón bajo.
“Los tacones de tres o cinco centímetros de alto, y cuadrados, con aire muy retro, estilo años 50, van a estar muy presentes”, comenta Ángela Useche, diseñadora industrial y directora de la Red de Conceptos de Moda de Acicam, sobre las tendencias que se vieron en el International Footwear and Leather Show.
Estos convivirán con los altos estilizados que conocemos como tacón puntilla, a manera de contraste.
En el segundo semestre, los charoles, el terciopelo, los acabados metalizados y las pieles de pelo largo (de ovejo, conejo o vacuno), multicolores, marcarán la pauta. “Estas pieles podrán ir en el interior del calzado, haciéndolo más cómodo y calientico y como un elemento divertido para hormas clásicas”, comenta la diseñadora.
El color primará, sin importar si hace frío o calor. El verde, desde el más claro hasta el más oscuro, reinará. “Puede combinarse con azul violáceo y el vinotinto. No hay que dejar por fuera el metalizado dorado y plata, y se sorprenderán con la presencia del naranja, como un color divertido”, explica Useche.
En materia de bolsos, la tendencia es retro, años 50: cuadrados, con tapas rígidas, que conviven con los pequeños para terciar, “con correas con mucho diseño: estampadas, con pedrería, con mensajes”, comenta Useche, y con los morrales que siguen en furor.
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