Alberto Negrete es un médico viral. Y así esa relación parezca toda una contradicción en el argot de la salud, es cierto. Gracias a sus videos en redes sociales –principalmente en Instagram a través de la cuenta @doctor.negrete– ha logrado mostrarles con humor a cientos de miles de personas cómo es el día a día de los profesionales de ese sector en Colombia, con lo bueno, lo no tan malo y lo perverso.
Negrete tiene 27 años, es cirujano de la Universidad del Bosque y señala que estaba destinado a ser médico. Su papá, que lleva su mismo nombre, es cardiólogo electrofisiólogo y su mamá es especialista en cirugía cardiovascular.
Ese vínculo familiar le enseñó a querer su carrera y a hablar con respeto sobre ella. Por eso, insiste en que así algunos de sus videos tengan cargas de sátira o humor negro, lo que más le interesa es mostrar el lado humano de los médicos y el personal de la salud. “Nuestro gremio ha sido muy estigmatizado por los pacientes y por círculos políticos, que a veces no entienden todas las cosas que le pasan a uno”, sostiene.
En los videos que sube al perfil del Doctor Negrete, su propio reflejo en redes, recrea por ejemplo las interacciones de los especialistas con los pacientes, el primer tacto rectal, los nervios durante el internado en los hospitales, la relación de los médicos entre sí y el drama de un sistema de salud que a veces se limita a ofrecer acetaminofén.
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Pero ¿cómo llegó este joven oriundo de Sahagún (Córdoba) y criado en Cali a tener más de 233.000 seguidores en Facebook –donde su video más visto suma cinco millones de reproducciones– y 90.000 en Instagram? ¿Cómo logró que actores de la talla de Juan Carlos Arango, John Alex Castillo y Diego Quijano salgan en sus videos?
El mérito, reconoce, es en gran parte a su hermano menor, Daniel, quien sí le huyó a la herencia familiar de la medicina y se decantó por las artes audiovisuales.
Daniel y Alberto son llaves. En varios proyectos audiovisuales se daban la mano. El primero dirigía y el segundo escribía y actuaba, pero siempre sobre otros temas. Ahora, con el proyecto del Doctor Negrete dicen -casi al unísono- que lograron la unión perfecta de sus talentos para el cine y en la medicina.
Esa parodia sobre el mundo de la medicina nació, concretamente, en el 2014, gracias a un corto de 10 minutos en el que retrataron la paradójica vida de un estudiante de Medicina enfermo por tanto estrés. El video se subió a redes sociales y alcanzó las 8 millones de vistas. La idea, claro, fue un caso de la vida real.
“Siempre hay un punto en que todos los estudiantes de Medicina están tan estresados que consideran abandonar la carrera o aplazar un semestre, eso me pasó a mí. En ese momento mi hermano me dijo que me desahogara haciendo un video con todo lo que sentía, entonces me pareció una buena idea y empecé a escribir todo lo que me estaba pasando, todas las historias, lo bueno y lo malo y así salió ese video”, recuerda.
“Con ese video tocamos a un público que parece que hubiera estado esperando que se hiciera algo así. La respuesta fue muy bonita, médicos de todo el mundo empezaron a escribir, a decir que se sentían identificados y que pasaron por las mismas situaciones de estudiantes y que lograron superar esa etapa”, agrega.
La parte seria de la medicina
Aunque el surgimiento del personaje y su difusión masiva en Instagram y Facebook fue un éxito, no gustó del todo en el gremio médico, tradicionalmente conservador.
Alberto reconoce que el Doctor Negrete causó cierta resistencia porque en su carrera “parece que todos tuvieran el camino ya trazado: de estudiante a interno, luego a rural y después a médico general o especialista”. “Parece que es lo único que puede hacer un médico y por eso hacer algo alterno le chocó al principio a mucha gente”, expresa.
En su internado, incluso, recuerda a un médico veterano que se la quiso “montar”, como él mismo señala, por no tener “la seriedad de la vieja escuela”. No lo culpa del todo, pues reconoce que es difícil entender que un médico saque tiempo para actuar. “A mí me gusta mi carrera, me gusta ejercer la medicina, y así no tuviera la necesidad de hacerlo seguiría en ella, pero me gustó mucho descubrir a través de mi hermano que me gustaba estar frente a una cámara. Finalmente se trata de eso, de hacer lo que a uno le gusta”, responde.
No obstante, reivindica que la mayoría del personal de salud, incluyendo enfermeras, instrumentadores y otros colegas, les han expresado su voz de apoyo por el mensaje que lleva a sus videos, “que somos personas de la vida real”.
Afirma, además, que los propios pacientes le manifiestan su agrado por los videos al mostrar situaciones que reflejan los males del sistema de salud. “Creo que el mayor aporte es mostrar que los médicos no somos el enemigo de los pacientes, que realmente el problema de la salud viene desde arriba y es la corrupción. Ese problema causa que haya sueldos bajos en el gremio y que al final las personas sufran por citas, medicamentos o por falta de acceso a los servicios”, cuestiona.
RONNY SUÁREZ
Redactor de Salud