Señor Director:
Me refiero a su editorial ‘El Eln, a la mesa’ (8-2-2017). Está muy bien que el Eln haya entendido que se está quedando de la historia y, seguramente, que cuando las Farc dejan las armas serán ellos el mayor punto de concentración de nuestras Fuerzas Armadas. Este grupo es muy dogmático, y no será fácil la negociación; se dice que sus cuadros son más bien dispersos y están acostumbrados a lograr grandes sumas con el secuestro, un negocio despiadado del que han vivido por muchos años, entre otras fuentes. Ojalá realmente el soldado Fredy Moreno haya sido el último de sus plagiados, porque con ellos no se sabe. Pero a lo mejor el ejemplo de las Farc los anime. Y ojalá de verdad tengan voluntad de paz. No son muchos, pero hacen demasiado daño a la estructura nacional.
Ángel María Aguilar
Bogotá
Sin tiempo para pedagogía
Señor Director:
Comparto la importancia de la entrada en vigencia del nuevo Código de Policía, pero lamento mucho que en ciudades como Bogotá se haya hecho tan poco en la necesidad urgente de aplicar la nueva norma. Hace seis meses fue promulgada la ley, y era durante ese tiempo cuando los municipios debieron realizar toda la pedagogía y no ahora, cuando la ley entra en vigencia. Leyes como la 746 del 2002, sobre razas peligrosas de perros, fueron derogadas por el nuevo código. Es decir que episodios como los recientemente conocidos, en los cuales un adulto en Bogotá fue mordido y una niña en Medellín fue asesinada por un perro, no se pueden sancionar ni multar si los alcaldes se dan un tiempo para hacer pedagogía. Los alcaldes clamaban por un nuevo Código de Policía, fueron sus mayores defensores; ahora no se pueden relajar en su aplicación. Como lo manifiesta el editorial de EL TIEMPO, el nuevo código será efectivo si se le da cumplimiento riguroso a lo allí contenido. De lo contrario no servirá para nada.
Geovanny Caicedo
* * * *
Señor Director:
Se necesitaron 50 años para que los colombianos, llenos de hastío, pudiéramos conocer un verdadero Código de Policía y Convivencia, el cual no lo ha hecho el Gobierno, como bien lo amerita suficiente ilustración ciudadana. Para que se haga realidad tanta belleza, necesitamos que la autoridad, en todos los niveles, actúe con profesionalismo, celeridad y honestidad, lo mismo que las demás instituciones oficiales comprometidas en su aplicación. Es de esperarse que con la entrada en vigencia de este nuevo código haya un cambio de actitud que nos permita recuperar la seguridad y la cultura ciudadana, que hoy se encuentran en los más bajos niveles en todo el país.
Rafael Antonio Córdoba
Ciclorrutas en mal estado
Señor Director:
Día a día crece el número de usuarios de la bicicleta, pero muchas ciclorrutas siguen en mal estado. Sería conveniente pavimentarlas y que queden tan buenas como un tapete.
Nelson Barbosa
________________________________________________________