Una cría de oso perezoso de dos dedos se salvó de morir en la vereda La Reserva, municipio de Pitalito (Huila) luego que su madre fuera cazada por inescrupulosos para su comercialización.
“Milagrosamente, la cría llegó a mi finca buscando refugio y protección luego que su madre fuera cazada por desconocidos que llegan a la zona en busca de animales”, afirmó el campesino Óscar Maje.
“Lo ubiqué en un palo y pensé liberarlo pero me dio temor ya que los mismos que cazaron a su madre podrían volver por la cría para venderla”, sostuvo el campesino, que de inmediato dio aviso a la Policía de Pitalito.
Lo que hizo la Policía fue trasladar el animal a las instalaciones de la Dirección Territorial Sur de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) donde recibió atención inmediata por parte de biólogos y médicos veterinarios.
Los veterinarios determinaron su buena condición de salud por lo que decidieron liberarlo en un área protegida del sur del Huila ya que se trata de mamíferos completamente adaptados a la vida en los árboles y pasan todo el tiempo agarrados a ramas y troncos, ayudados por sus poderosas garras.
“Es un oso perezoso juvenil que afortunadamente presenta buen peso y talla, así como óptimas condiciones motrices y nutricionales por lo que decidimos liberarlo en el Parque Natural Regional Corredor Biológico Guácharos, para que pueda continuar su ciclo de vida”, afirmó Carlos Andrés González, subdirector de Regulación y Calidad Ambiental de la CAM.
El campesino Maje señala que “no es justo que los humanos no respeten la naturaleza y pido cambiar de mentalidad en cuanto a la manera de ver los animales y el medio ambiente”.
"La zona donde vivo tiene muchos animalitos, pero sino los cuidamos de los cazadores, podrían desaparecer en poco tiempo", señaló.
NEIVA