Por el delito de feminicidio agravado fue privado de la libertad Robinson Castellanos Plata, un hombre de 48 años quien afirma trabaja en Ecopetrol. La Fiscalía y la Policía lo acusan de haber asesinado a su compañera permanente, hijastra y cuñada. Él no aceptó los cargos.
“Los cuerpos de tres mujeres fueron encontrados sin vida en las aguas de la ciénaga Chilloa, en jurisdicción de El Banco, Magdalena. Los cuerpos aparecieron flotando entre el 16 y 17 de enero. Estaban cercenados y trataron de mantenerlos bajo el agua al amarrarles unas estructuras en cemento de unos 25 kilos. Ya estaban en avanzado estado de descomposición y sin ningún tipo de identificación”, relató a EL TIEMPO uno de los investigadores de la Dijín que participó en la investigación.
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El primer cuerpo hallado por los pescadores fue el de una joven mujer, a quien en su ropa le encontraron una memoria USB. Mientras era ingresada a la morgue de El Banco, técnicos de la Dijín trabajaron arduamente para recuperar el contenido del elemento electrónico.
“La USB fue vital para identificar a una joven a través de Facebook que resultó tener una habitación arrendada a su compañera de estudios Andrea Carolina Castellanos, la víctima de 20 años que fue encontrada en la ciénaga. Al otro día aparecieron los cuerpos de Gloria Amparo Leal de 49 años, su madre, y Mercedes de 48, tía. Logramos identificarlas con base en el testimonio de la arrendataria”, afirmó el investigador.
Las necropsias realizadas en Barranquilla por un grupo de expertos en todas las áreas forenses permitieron determinar que las mujeres murieron por heridas propinadas por un machete, en hechos registrados el sábado 14 de enero en horas de la tarde, y sus cuerpos arrojados a la ciénaga.
La familia Castellanos
Robinson Castellanos vivía en compañía de su familia en el barrio Laureles de Medellín, llegó a la capital antioqueña en el año 2014, trasferido de Bogotá donde conoció a Gloria Amparo Leal en 2009, de inmediato se fueron a vivir juntos. Gloría era madre soltera y su hija tenía en esa fecha 13 años de edad. “Algo que me enamoró de Robinson fue que le dio el apellido a la niña y nos llevó a vivir hasta con mi hermana que tiene una enfermedad cognitiva”, contó en su momento Gloria a sus familiares.
Después de convivir por siete años la relación empezó a deteriorase narraron a los investigadores amigos de la pareja. “Él empezó a desaparecerse por días, a tomar mucho. Gloria hasta pensó que no estaba trabajando y empezó a sospechar que se estaba gastando la herencia”, dijeron a la Policía los testigos.
Los investigadores lograron establecer que Robinson había abandonado el hogar desde septiembre del año pasado, dejando a las mujeres solas y sin con que sostenerse. “Tuvieron que arrendar una pieza de su apartamento y llegaron a fondo al empeñar todos sus electrodomésticos. En una carta escrita por Gloria, que fue vital para la investigación, y que encontramos durante el allanamiento a su lugar de residencia ella afirma que había sido la Navidad más triste porque no tuvieron que comer”, relató el agente de la Dijín.
En esa misma carta, la mujer afirma que en el año 2013 Robinson convenció al padre de esta de que lo heredara en vida – porque sus otros hijos eran unos delincuentes, y esta era la forma de proteger a su hija - y fue así como quedaron a su nombre dos casas y un lote de 3.000 metros cuadrados ubicados en Barrancabermeja (Santander) lugar del cual los dos son naturales.
“Las propiedades podrían llegar a estar sobre los 3.000 millones de pesos y se cree que no devolver esa herencia fue el móvil del múltiple crimen. El año pasado Robinson se llevó uno de los carros familiares lo vendió y antes de desaparecer se llevó otro automotor dejando a las mujeres literalmente en la calle”, puntualizó el Policía.
El 14 de enero, contó un vecino, apareció de manera sorpresiva Robinson y le dijo a las tres mujeres que salieran rápidamente sin equipaje y sin celulares que se las iba a llevar a un lugar sorpresa. “El mismo vecino afirmó que Andrea no hizo caso y se llevó el celular por lo que Gloria lo llamó y le dijo que las tenía en El Banco, que estaban bien y nunca más volvieron a comunicarse”, afirmó el uniformado.
Los testimonios sirvieron para que las autoridades llegaran a Robinson y los sindicaran del múltiple crimen, del que las autoridades afirman no pudo realizarlo solo por lo que buscan uno o más cómplices. Él fue capturado este domingo en el barrio El Poblado de Medellín, donde hacía varios meses vivía con otra mujer.
Castellanos, de ser hallado culpable podría enfrentar una condena hasta de 60 años de prisión.
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