Desde hace dos años, Felipe Ruiz se ha dedicado a elaborar esculturas con las armas blancas que a diario decomisa la Policía. Por ello, también fue escogido para fabricar los galardones que se entregaron en la Cumbre de los nobeles.
“En el premio entregado a Richard Branson, por su fundación Virgin Unite, llamado ‘Nunca más a las bombas’, plasmé un cohete con un agujero del cual salía un colibrí”, comentó Ruiz.
Por otra parte, en la escultura entregada a Leymar Palacios, líder comunitario de Bojayá, el artista capitalino plasmó la idea de una guacamaya que reposa sobre un arma enterrada en el piso. A esta obra le llamó ‘Adiós a los fusiles’.
“Y aunque solo se me pidió que hiciera dos esculturas, hice una más, para el presidente Santos. Se trata de una paloma (elaborada con 25 navajas) que sujeta un arma. Representa un adiós a la guerra”, explicó Ruiz, quien tiene el propósito de ser invitado a utilizar las armas que dejarán las Farc para ayudar a construir uno de los monumentos en honor a las víctimas del conflicto, el cual se ubicaría en el Centro de Memoria Histórica.