El hurto de tapas de alcantarillas y rejillas de sumideros en Pasto se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades y para los transeúntes que, a diario, caen en estas ‘trampas’ y sufren lesiones de consideración.
De acuerdo con la Empresa de Obras Sanitarias de Pasto (Empopasto), estos hurtos no disminuyen.
Según los registros, en el 2016 la Empresa tuvo que reponer 172 rejillas de sumideros, mientras en el 2015 reemplazó 146. En el caso de las tapas de alcantarilla, la situación es similar: el año pasado los delincuentes se llevaron 117 y en el 2015 se reportaron 105.
En estos primeros días del 2017, a través de la línea de atención de Empopasto, ya se han reportado 20 casos. Lo que los funcionarios temen es el resurgimiento de bandas dedicadas al hurto y reventa de las tapas y rejillas.
“Esto, indudablemente, afecta la infraestructura de servicios públicos, pues el fenómeno se registra también en las recámaras de energía, medidores, cables telefónicos e infraestructura en comunicaciones”, dijo el gerente de la Empresa, Óscar Parra Erazo.
Según el funcionario, la situación es muy compleja porque supera la capacidad institucional.
“Por eso requerimos que la ciudadanía denuncie a la Policía cuando presencie esta clase de hechos en las vías públicas”, pidió Parra.
“No solo genera pérdidas económicas incalculables, sino que, lo más grave, expone la integridad misma de los ciudadanos”, agregó.
Pero vigilar la infraestructura que maneja Empopasto no es tarea fácil, en la capital nariñense hay 8.389 sumideros y 11.725 tapas.
La reposición de cada rejilla le cuesta a la Empresa, en promedio, 250.000 pesos y cada tapa de cámara, 130.000. Y los delincuentes pueden vender una rejilla entre 10.000 y 20.000 pesos y una tapa hasta en 25.000.
“Empopasto hace un angustioso llamado a la ciudadanía para que, de manera anónima, denuncie a los responsables de estos hechos”, insistió el gerente.
En los barrios y comunas de la ciudad el robo de las tapas y rejillas parece no sorprender a los habitantes.
“En nuestro sector cada mes, por lo menos, reportamos el robo de cinco tapas de alcantarilla y los daños a otras 11 rejillas”, señaló Tomás Martínez, líder comunal del barrio Las Cuadras.
“En diciembre pasado una señora cayó al hueco y se fracturó la pierna derecha pero, nadie le respondió”, dijo Teresa Castro, dirigente del barrio Panorámico, quien agregó que está cansada de denunciar la desaparición de las tapas alcantarilla.
Julián Andrade, líder del barrio Corazón de Jesús, les pidió a los vigilantes nocturnos estar más atentos porque estos hurtos ocurren de noche.