Luego de permanecer dos días en el Punto Transitorio de Normalización, PTN, ubicado en la vereda Pondores, corregimiento de Conejo, en La Guajira, la guerrilla de las Farc se pronunció a través de un escrito sobre las incomodidades de estar en una zona que aún no está acondicionada. Se quejan de que el polvo y el ruido de la maquinaria pesada los tiene aturdidos.
“En Pondores encontramos una explanada desértica, castigada por un sol guajiro implacable de donde se levantan unas construcciones recién iniciadas y una nube de polvo que corta la respiración. El ruido de la maquinaria pesada aturde, más a una población acostumbrada a vivir en el silencio de la selva”, señala el escrito enviado por Alirio Córdoba, vocero del Bloque Martín Caballero de las Farc.
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Según Córdoba, las Farc cumplieron al honrar la palabra empeñada en llegar a las zonas veredales y puntos transitorios en esta fecha histórica, pero no imaginaban así la reincorporación ya que se habían ilusionado con la promesa de que llegarían a un pueblito con todos los servicios básicos resueltos.
“Pero en el PTN de Pondores no hay viviendas, sanitarios, conexiones eléctricas, puesto de salud o primeros auxilios, medicamentos, cocinas, almacén para los víveres, aulas para realizar las actividades educativas y culturales; nada de eso, el PTN de Pondores es un peladero sin las mínimas condiciones de habitabilidad y convivencia”, puntualizó Córdoba.
Sin embargo, la preocupación va más allá, teniendo en cuenta que no cuentan con un sistema de salud y en el PTN hay tres mujeres embarazadas y una recién parida. Hace dos meses se registró la muerte de la guerrillera Damaris Lee, en el punto de preagrupamiento de la Ye, en la vereda Las Marimondas, por falta de atención médica oportuna.
“Es nuestro deber encender a tiempo las alarmas antes de que ocurran hechos lamentables por causa de otra desatención en salud”, sostiene el vocero del grupo guerrillero.
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Las palabras del Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, el pasado miércoles en Pondores, también causaron malestar en Córdoba, quien asegura que reflejan el afán del gobierno de que se inicie rápidamente el cronograma de la dejación de armas, ya que no muestran el mismo interés por la reincorporación y la implementación de los acuerdos.
Como dice la canción “la ley del embudo, lo ancho pa' ellos, lo angosto pa' uno”, así ven los guerrilleros la situación que están viviendo en el PTN, mientras ellos ocupan el tiempo en tareas de construcción, cumpliendo una misión que es del gobierno nacional, en lugar de estar preparándose para los nuevos retos que trae consigo la reincorporación a la vida civil.
“A este ritmo pasarán los 180 días de la dejación de armas sin que se realice el censo socioeconómico para los procesos formativos, de homologación y validación de conocimientos de los combatientes. Mal comienzo para la reincorporación”, puntualizan en el documento.
Finalmente, denuncian que el Gobierno, en su afán de mostrar a los medios de comunicación y a la opinión pública avances de las construcciones en el PTN de Pondores, simularon la existencia de construcciones que no estaban listas, como sanitarios, pozas sépticas, cocinas, y una vez terminado el acto público volvieron a desmontarlas.
RIOHACHA