El excomandante del Gaula Valle en el 2011 fue sentenciado a ocho años y ocho meses de prisión por el hecho de concusión.
De acuerdo con las investigaciones judiciales, el mayor Jarvin Marino Ungría Rodríguez, les exigió a los propietarios de una cadena de almacenes mil millones de pesos para frenar una supuesta investigación que existía en su contra por lavado de activos, contrabando y evasión de impuestos peros, según la Fiscalía.
Durante el juicio oral que se prolongó a lo largo de un año y siete meses, la Fiscalía demostró que todo lo dicho por el hoy sentenciado a sus víctimas resultó falso porque la intención era sacarles plata.
El 26 de diciembre del 2011 se cumplió una diligencia de allanamiento y registro en una de las bodegas de la cadena de almacenes ubicada en el barrio Colón de Cali. Fue un operativo real en el que, supuestamente, se iba a rescatar a un secuestrado.
Ante la presencia de las autoridades en su predio, los propietarios salieron a averiguar qué pasaba. El hoy sentenciado, según la Fiscalía, les manifestó que eran objeto de investigación penal.
La Fiscalía le formuló cargos el 20 de enero del 2012, el 17 de mayo de ese año lo acusó y el Juzgado 22 Penal del Circuito lo condenó este año.