Representantes de víctimas de abuso sexual por parte del bloque Central Bolívar, de las autodefensas, entre ellos al menos 10 estudiantes del colegio Nuestra Señora del Rosario, situado en el corregimiento Riachuelo del municipio de Charalá, en Santander, participaron este miércoles en una audiencia del Tribunal de Justicia y Paz.
Los casos se registraron entre el 2001 y el 2003, cuando los ‘paras’ utilizaron a niños de la institución educativa para involucrarlos en bazares y reinados, que eran aprovechados por comandantes para escoger a sus víctimas.
Según la Fiscalía, todo lo ocurrido durante ese tiempo se registró con complicidad de la rectora Lucila Inés Gutiérrez y de su esposo, ambos en la cárcel y que son procesados por la justicia ordinaria.
A la pareja, la Fiscalía les imputará los delitos de concierto para delinquir agravado, secuestro agravado, acceso carnal violento en persona protegida, esclavitud sexual, desplazamiento forzado, acto sexual abusivo y reclutamiento ilícito, que podrían representarles, de ser encontrados responsables, una condena de más de 40 años de cárcel.
En la audiencia participaron los representantes de otras víctimas de vejámenes cometidos por este grupo armado.
“Lo que se está demostrando es que sí ocurrió la violencia sexual, que ocurrió en el corregimiento de Riachuelo, y que la violencia basada en género, en el marco del conflicto armado, se ejerce también por control territorial”, dijo Gladys Macías, de la iniciativa Mujeres Colombianas por la Paz.
Se pudo conocer que el próximo 14 de marzo se formalizará la imputación de los hechos, que fueron confesados en versión libre y por los cuales los paramilitares pidieron perdón.