En cinco localidades de la capital, que bordean el río Bogotá, se ha registrado la presencia de 1.409 animales, entre vacas, cerdos, gallinas y cabras, que se alimentan con pastos bañados por el río, el cual recibe 65.000 toneladas de contaminantes al año.
Para hacer frente a este riesgo de salud pública, desde diciembre, la Secretaría de Salud ha hecho 20 notificaciones a dueños de ganado en Fontibón, Kennedy, Bosa y Suba para que retiren los animales, so pena de imponerles sanciones administrativas.
Un informe de la Secretaría de Gobierno señala que algunos venden leche a pasteurizadoras de Madrid, Mosquera y Funza” sin tener en cuenta que las reses “consumen pastos de suelos con alta probabilidad de residualidad de metales pesados”.
‘No uso esas aguas’
En noviembre, EL TIEMPO denunció que la CAR de Cundinamarca llevaba 17 procesos por presuntos delitos ambientales relacionados con el río Bogotá. Uno de estos es contra Néstor Bellaizán, quien según la CAR tiene un proceso por “captación ilegal”.
Pero Bellaizán afirmó que su finca en Nemocón “no colinda, no afecta y no utiliza aguas del río Bogotá”, sino con un brazo del río Neusa.
Además, argumentó que el agua que usa para los abrevaderos ya no es la del río, sino que viene del acueducto de Nemocón, “por higiene y para evitar contaminación del ganado”.
Aunque la CAR certificó que la finca Cartagena ya no capta del río Neusa, abogados de la corporación le dijeron a este diario que “el caso tiene que ver con la ronda del río Bogotá” y que no se descarta una eventual sanción.