"La reciente prueba de misil está en el marco de nuestros programas y no permitimos la injerencia extranjera en nuestros temas defensivos", afirmó el ministro de Defensa de Irán, Hosein Dehqan, según la agencia semioficial Tasnim.
En respuesta a la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se llevó a cabo el martes, sobre el asunto, Dehqan insistió en que estos ensayos no violan el acuerdo nuclear, firmado con seis grandes potencias en julio de 2015, ni la resolución 2231 de la ONU, que prohíbe a Irán realizar pruebas con misiles con capacidad nuclear.
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"Este tema forma parte de la rutina de nuestros programas y siempre hemos anunciado que aplicaremos nuestros programas para la fabricación de piezas defensivas en pro de nuestros objetivos e intereses nacionales", subrayó Dehqan. De igual forma, no dio detalles sobre el lanzamiento del misil.
El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, aseguró que su país no usará misiles balísticos para atacar otros países ni los empleará para portar cabezas nucleares, aunque se reserva el derecho a defenderse.
Sobre la preocupación de la comunidad internacional, Zarif subrayó que "la República Islámica no requiere permiso de otros países para defenderse". "Esperamos que el asunto de los programas defensivos de Irán, que están fuera de la resolución 2231 y del acuerdo nuclear, no se conviertan en una excusa para los juegos políticos", advirtió, en clara alusión a Estados Unidos.
Por su parte, la nueva embajadora de EE. UU. ante la ONU, Nikki Haley, aseguró, al término de la reunión del Consejo de Seguridad sobre este tema, que estaba "confirmado" que Irán había llevado a cabo el lanzamiento del misil el pasado domingo y lo consideró "absolutamente inaceptable".
"Vamos a actuar. Vamos a ser fuertes. Vamos a ser claros y vamos a hacer lo que sea necesario para proteger a los estadounidenses y a gente de todo el mundo", puntualizó Haley.
Teherán (EFE).