Los hechos ocurrieron en la calle 86 con carrera 15, el domingo en la noche. Al parecer, los agentes lo confundieron con un conductor de Uber.
La víctima contó que las autoridades de tránsito lo detuvieron y luego inmovilizaron su carro. Como protesta, por lo que consideró injusto, prefirió permanecer durante 12 horas encerrado en su vehículo.
Luego de que la historia se hizo pública en varios medios de comunicación, entidades como la Personería de Bogotá entraron a revisar el caso. Esta último logró una orden de devolución del automotor –que había sido enviado a los patios– que la Secretaría de Movilidad tuvo que acatar.
El Ministerio Público había recibió la queja del ciudadano por presunto abuso de autoridad de dos agentes de policía. Dicha queja será enviada a las autoridades pertinentes para que investiguen el presunto abuso.
A Gutiérrez, el Ministerio Público distrital le explicó sus derechos y las acciones legales que se deben emprender para garantizar el debido proceso en su caso, que despertó la solidaridad de otros conductores de transporte especial que se sienten presionados por la persecución de conductores de carros blancos.