Con la decisión del Sumitomo Mitsui Banking Corporation de desistir en la financiación del proyecto de recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, el país quedó a punto de perder cuatro años en el objetivo de hacer del principal afluente una ruta estratégica para la competitividad.
Al confirmar la decisión de la entidad financiera de Japón, el director encargado de Cormagdalena, Luis Fernando Andrade, indicó que si el consorcio Navelena –hoy controlado por la cuestionada firma brasileña Odebrecht, con el 83 por ciento de la participación en el consorcio– no concreta la fórmula para la cesión del contrato (a empresas del mexicano Carlos Slim) y conseguir los recursos respectivos antes del 22 de febrero (los iba a prestar el estadounidense Goldman Sachs), se declararía la caducidad de este.
Esto significa que las obras definitivas para recuperar el cauce navegable, desde Puerto Salgar, Cundinamarca, hasta la desembocadura del río, solo se contratarían a partir del año 2018, pues los procesos de asociación público privada (APP), con aportes de la Nación, como lo es este, pueden tardar un año en quedar en firme.
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En otras palabras, según Andrade, desde que se firmó el contrato inicial, el 13 de septiembre del 2014, pasarían cerca de cuatro años para volver a tener un proyecto contratado para garantizar la llegada de embarcaciones hasta Puerto Salgar, abarcando los 908 kilómetros del trazado completo, tasado en 2,5 billones de pesos.
En un principio, el banco japonés había dicho que financiaba a Navelena, pero luego de conocerse que Odebrecht aceptó ante la justicia norteamericana que pagó sobornos en varios países, entre ellos Colombia, desistió en su interés de inyectar recursos al proyecto. Esta situación llevó a que el riesgo de crédito cambiara radicalmente.
Y si finalmente la caducidad es declarada, el plan de corto plazo de Corgmagdalena (para los próximos 12 meses) es contratar por obra pública los trabajos de mantenimiento y dragado entre Barrancabermeja y Barranquilla. No obstante, si bien la entidad tiene el dinero para ello, el proceso de licitación puede demorar entre 3 y 4 meses.
El problema es que Cormagdalena y el Gobierno tienen la preocupación de que Navelena deje de hacer los dragados (se le pidió confirmarlo), ya que se ha venido quedando sin dinero, pues se estaba financiando con otros bancos para ello. “Están muy cerca de estar en cero”, indicó el director encargado de Cormagdalena.
“Creo que Odebrecht se tendrá que ir de todas formas. La cesión implica arrancar las obras más rápido, y de no lograrlo tocará acabar en la caducidad”, puntualizó Andrade.
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