El director de la emisora 'Radio Planeta', Diego Díaz, conocido en el gremio como Diego DJ, denunció haber sido víctima de secuestro en Cali.
El comunicador dijo que el viernes, desconocidos llegaron a la emisora: "Me dejaron hacer el programa y luego me llevaron a un sitio para pasar la noche. Al día siguiente salimos y exigieron ir por mi papá para que pusiera una propiedad raíz a nombre de ellos. A él también lo secuestraron".
"Ellos estaban listos para esperarme a las 11:00 de la noche cuando terminaba el programa. Volvieron y me cogieron y me llevaron secuestrado a pasar la noche. Al otro día me despertaron, ya tenían todos mis papeles y los contactos de mi familia, y me hicieron ir adonde mi papá para también secuestrarlo y obligarlo hacer pasar una propiedad de él a nombre de ellos", dijo el locutor de la emisora juvenil.
Diego DJ añadió que gracias a labores del Gaula de la Policía Valle fueron rescatados el sábado y los presuntos secuestradores quedaron en poder de las autoridades.
El Gaula informó que el secuestro empezó desde el mediodía de ese viernes 27 de enero, cuando el comunicador fue llevado a bancos para retirar dinero. En la noche, para no despertar sospechas, según el Gaula, los desconocidos lo llevaron a la emisora para que hiciera el programa. Luego se llevaron a Díaz a Palmira. Allí pasó la noche y en la mañana hubo la intención de que con el papá del comunicador se hicieran traspasos de propiedades en algunas notarías hasta que el Gaula intervino.
Cuando fue a la casa de su padre, Díaz logró alertar a la Policía de lo que estaba sucediendo, por lo que se desplegó un operativo que terminó con dos capturados.
"Quiero hacer pública esta situación porque temo por mi vida", dijo el comunicador. Recordó que hace dos años, el también locutor y director de 'Radio Planeta', Alberto Lázaro del Valle, fue asesinado.
El crimen ocurrió cuando Lázaro del Valle salía de la emisora 'Radio Planeta', ubicada en la avenida 5C Norte con carrera 23DN. Aunque no había denunciado amenazas en su contra, dos semanas antes, desconocidos lo habían intimidado, arrojándole piedras.
CALI