El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso este viernes por decreto nuevas trabas al ingreso al país de “musulmanes radicales” como refugiados y prometió una “gran reconstrucción” del gigantesco aparato militar de su país.
En un discurso en el Pentágono durante la investidura de James Mattis como nuevo secretario de Defensa, Trump dijo que Estados Unidos “no admitirá” en su país “a las mismas amenazas” que enfrentan los soldados estadounidenses en otros lados del mundo”. (Lea también: #ImAlreadyHome, tuiteros latinos protestan contra Trump)
Por eso, el mandatario estableció un sistema de “chequeo extremado” para mantener a los terroristas islámicos radicales fuera de Estados Unidos. “No los queremos aquí”, puntualizó.
El mandatario dijo que a partir de ahora, su gobierno admitirá en territorio estadounidense a quien apoye a ese país.
“Solo queremos admitir en nuestro país a aquellos que (...) aman profundamente a nuestro pueblo. Nunca vamos a olvidar las lecciones del 11-S (los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EE. UU.)”, añadió.
Durante la campaña electoral, Trump provocó una espectacular polémica al sugerir un congelamiento total del ingreso de refugiados provenientes de países de mayoría islámica.
El decreto firmado este viernes no impone una veda automática a esos refugiados, pero establece trabas para que obtengan las visas.
En un primer momento, el equipo de Trump no reveló el contenido detallado de la acción ejecutiva, aunque medios estadounidenses había adelantado que incluye la suspensión de la entrada de todos los refugiados al país durante 120 días y la de refugiados sirios indefinidamente. (Además: México se ha aprovechado de EE. UU. y eso va a cambiar: Trump)
Además, suspende la emisión de visados para personas procedentes de Irán, Siria, Irak, Somalia, Sudán, Yemen y Libia hasta que se establezcan medidas de “escrutinio extremo”.
Según las informaciones adelantadas, la administración de Trump se reserva una excepción para “minorías religiosas”, con el objetivo de acoger a cristianos perseguidos en países de mayoría musulmana afectados por el terrorismo y la guerra civil.
‘Reconstrucción militar’
El nuevo presidente de EE. UU. firmó también un decreto que sienta las bases para lo que definió como una “gran reconstrucción” del aparato militar.
Esto se hará “desarrollando planes para nuevos aviones, nuevos navíos, nuevos recursos y nuevas herramientas para nuestros hombres y mujeres uniformados”, expresó.
“Nuestro poderío militar no será cuestionado por nadie, pero tampoco lo será nuestra dedicación a la paz. Queremos paz”, añadió.
Mientras estampaba su firma en el decreto sobre reconstrucción militar, Trump bromeó: “Reconstruir nuestras Fuerzas Armadas. Esto es grande. ¿No suena bien?” (También: La desigual batalla que Donald Trump le plantea a México por el muro)
Este decreto determina que el secretario Mattis tiene ahora un plazo de 30 días para hacer una revisión de la situación general de las Fuerzas Armadas y presentar a la Casa Blanca una lista de recomendaciones para mejorar esas condiciones.
En su visita al Pentágono, Trump se reunió con el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Joseph Dunford, y con otros miembros de la cúpula militar, con los que trató la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) y las opciones para intensificar la batalla contra el terrorismo en Oriente Próximo.
AFP / EFE