Pese a que las cifras preliminares dejan ver que en el cuarto trimestre la economía tuvo un mejor comportamiento que en el tercero, el Banco de la República optó por calcular un crecimiento menor al que había previsto para el 2016.
Luego de que en noviembre la entidad estimara que el PIB tendría ese año un crecimiento del 2 por ciento, ahora redujo dicha cifra a 1,8 por ciento, dentro de un rango entre el 1,6 por ciento y el 2 por ciento.
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Al justificar la decisión, el Emisor recalcó que “varios de los indicadores de actividad económica y de percepción para el cuarto trimestre del 2016 sugieren que la economía tuvo un dinamismo bajo, aunque algo mejor que el del tercero”.
Y señaló que en el presente año el crecimiento económico estaría entre 0,7 por ciento y 2,7 por ciento, con el 2 por ciento como cifra más probable.
Entre tanto, y aunque varios analistas esperaban que en la primera junta directiva con el nuevo gerente, Juan José Echavarría, el Banco de la República redujera su tasa de intervención, esta se mantuvo quieta, en el 7,5 por ciento.
La decisión fue dividida, toda vez que cuatro miembros de la junta votaron por dejar sin cambios la tasa mientras los tres restantes votaron por una reducción de la misma en 25 puntos básicos.
Y es que mientras el Emisor observa que la dinámica del país ha sido más débil que la proyectada y la inflación sigue descendiendo, advierte que las medidas de inflación básica y las expectativas de inflación superan la meta del 3 por ciento de la entidad.
Los efectos de varios de los choques transitorios de oferta que han afectado la inflación y sus expectativas siguen revirtiéndose y es probable que esta tendencia continúe.
No obstante, al tomar en cuenta el nivel actual de las medidas de inflación básica y las expectativas de inflación, varios cálculos de la tasa de interés real de política se sitúan por encima de su promedio desde el 2005.
El gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, precisó que aunque se mantuvo el nivel de tasas de interés, todos los integrantes del Emisor están de acuerdo en que la tendencia es a recortarla en el futuro.
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“Si bajamos tasas muy rápido aumenta la posibilidad de no cumplir la meta de inflación”, sostuvo Echavarría tras finalizar la primera junta del año.
En la decisión también pesó el riesgo de no cumplir con la meta de inflación por tercer año consecutivo, pues en el 2015 el costo de vida fue de 6,77 por ciento y en el 2016 del 5,75 por ciento, ambas cifras por encima del rango estimado entre el 2 y el 4 por ciento.
A su turno, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostuvo que la incertidumbre sobre las condiciones financieras y comerciales internacionales “invitan a la prudencia”.
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