Lentamente se recupera un niño de 11 años que fue mordido por un perro de raza pitbull, el martes pasado, cuando jugaba fútbol en la cancha del barrio Versalles, de Ibagué (Tolima).
Su madre, Olga Lucía Bernal, afirmó que anoche fue sometido a cirugía y de acuerdo con el dictamen médico, “por ahora no tiene movilidad en la pierna debido a que las mordeduras le afectaron la zona muscular y los tendones”.
“Lo primero que preguntó al despertar este jueves era si podía volver a jugar fútbol. Él sueña con imitar al jugador James Rodríguez”, dijo la madre del menor que cursa séptimo grado en el colegio Carlos Lleras Restrepo.
“Fue horrible porque el animal le destrozó la pierna y de la rodilla hacia abajo no le quedó carne, por poco lo mata”, agregó.
El ataque se presentó cuando el niño jugaba con amigos en la cancha de Versalles, "al recoger el balón, el perro se le fue encima y lo derribó”.
“Gracias a Dios no le mordió el rostro”, señaló Olga Lucía Bernal, quien denunció que el pitbull tiene antecedentes de agresividad, pues “mató a un gato y se lo comió; lo mismo hizo con otro perro”.
Testigos relataron que la costumbre de los dueños era amarrar el animal a un árbol, junto a la cancha de fútbol, y aseguraron que “nunca le ponían bozal”.
Diana Linares, funcionaria del Centro de Atención Animal, adscrito a la Alcaldía de Ibagué, informó que el animal, de 2 años y 18 kilos de peso, fue llevado a este sitio por parte de la Policía Ambiental.
Se trata de un perro adoptado, por lo que, probablemente, “el dueño desconocía su comportamiento y no acudió a protocolos de cuidados para evitar ataques”.
“El responsable es el dueño por no tomar medidas de precaución con el perro ni ponerle bozal”, aseguró la funcionaria, y agregó que un equipo de veterinarios realiza el diagnóstico del animal.
“No creo conveniente practicar la eutanasia, pues no conocemos las causas del ataque”, dijo Linares, quien señaló que, por estos días, se ha vuelto costumbre el abandono de perros pitbull.
En los últimos 40 días, el Centro de Atención Animal ha recibido seis perros de esta raza, porque “sus dueños los dejan tirados en las calles y nos llaman para que los recojamos”.
Esa situación se presenta, según ella, porque muchos se resisten a adquirir la póliza de responsabilidad extracontractual exigida.
“Una póliza puede costar 460.000 pesos con una responsabilidad civil de 10 millones de pesos, pero esa suma es muy baja para responder por este tipo de ataques”, afirmó la funcionaria.
IBAGUÉ