El balance para los líderes sociales de Colombia sigue siendo malo. De acuerdo con un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), 117 fueron asesinados en el 2016 y las dos terceras partes de esos crímenes ocurrieron en el sur-occidente del país.
Según el informe, que cruza datos de la OEA, la Defensoría del Pueblo y varias ONG, 57 de los asesinatos tuvieron lugar en tres departamentos: el Valle del Cauca, Nariño y Cauca.
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Este último departamento sigue registrando las peores cifras en materia de persecución a líderes sociales. Allí, donde están previstos tres sitios de desarme de las Farc, fueron asesinados 43 el año pasado.
Por departamentos, le sigue Antioquia con 15 casos.
“Estos homicidios se han cometido en el marco del inicio de una transición y tienen como finalidad el desplazamiento de las comunidades, la apropiación de territorios, la defensa a megaproyectos y el control político en las regiones”, afirma Leonardo González Perafán, coordinador de la Unidad Investigativa de Indepaz.
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En el informe anual sobre la situación de los líderes sociales, Indepaz, que trabaja desde 1984 en estos temas, indica que “más de 30 organizaciones son perseguidas de manera sistemática”.
Pide al Estado que reconozca “el fenómeno paramilitar que estaría detrás”. Entre las causas de los crímenes señala una “mentalidad contrainsurgente” todavía viva, la disputa electoral que se aproxima por el poder local y el control de economías ilícitas en los territorios.
Todo esto, “alentado por la polarización política” en torno a la implementación del acuerdo de paz con las Farc, con el fin de que este no toque el statu quo en las regiones, agrega González.
Además de los homicidios, Indepaz llama la atención sobre al menos 350 amenazas, individuales o colectivas, contra líderes sociales de la Cumbre Agraria en el 2016.
Esta reúne a dirigentes campesinos y étnicos de todo el país.
Circulan panfletos
Según las denuncias, en 15 departamentos circulan panfletos con un patrón común: señalan a líderes sociales de pertenecer a la guerrilla y los condenan a la muerte o al destierro.
Indepaz sostiene que en 27 de los 117 asesinatos del año pasado está confirmada la participación de grupos paramilitares como el ‘clan del Golfo’, ‘los Tierreros’ y Águilas Negras.
En 84 casos no ha sido posible identificar a los autores y en seis hay señalamientos sobre miembros de la Fuerza Pública.
EL TIEMPO