Como si fuera la noticia de una infidelidad, la sorpresa se mezcló con un aire de indignación cuando se supo en Caldas que Chinchiná, uno de sus municipios, estaba pensando en aceptar la propuesta (para algunos indecente) de unirse al Área Metropolitana del Centro Occidente (Amco) que agrupa a Pereira, Dosquebradas y La Virginia, en Risaralda.
Acto seguido vinieron las rosas y los chocolates de la Gobernación y los otros municipios de la región Centro Sur de Caldas. Tras años de vacilaciones sobre la creación de un área metropolitana alrededor de Manizales en esta zona, como el novio eterno que le huye al compromiso, citaron a la administración de Chinchiná para convencerla de que ahora sí, que se resista a los coqueteos del departamento vecino en pro de la integración caldense. Acordaron fechas y todo.
“Tenemos cómo ser un área metropolitana y una asociación de municipios. Pero, si no lo hacemos rápido, Chinchiná está explorando esa posibilidad con la capital de Risaralda”, advertía el gobernador encargado de Caldas, Ricardo Gómez Giraldo, antes de la reunión en la que actuaría como celestino para buscar la unidad del Centro Sur.
Y es que la unión de Chinchiná con Pereira antes que con Manizales sería un duro golpe para todo el departamento. Aunque la Amco aclara no se trata de que el municipio cambie de jurisdicción territorial, esa alianza sí tendría importantes consecuencias prácticas en la dinámica de la región, partiendo desde el principal renglón de su economía, que es el café.
Para el presidente del Comité de Cafeteros de Caldas, Marcelo Salazar, “es una propuesta descabellada que vienen a hacerle a un municipio tan importante como Chinchiná, epicentro de la caficultura de Colombia”, pues es uno de los diez más productores del país y se destaca a nivel nacional por su grado de tecnificación. El representante gremial incluso dijo que, de concretarse, su inclusión en Amco podría generar confusión entre los caficultores en cuanto a la institucionalidad regional de la Federación Nacional de Cafeteros.
Chinchiná es, además, uno de los municipios más poblados de Caldas. Esto es clave porque, para la integración de una asociación de municipios que comparta, por ejemplo, la actualización catastral, la ley exige que deben sumar por lo menos 500.000 personas entre sí. Sin sus casi 52.300 habitantes, para el Centro Sur sería mucho más difícil organizarse, mientras que la Amco ya está establecida.
Para completar, el pueblo está en una ubicación estratégica entre las capitales de Caldas y Risaralda, en plena Autopista del Café. Por esta razón, el comercio y el turismo enfocado en el Paisaje Cultural Cafetero (PCC), patrimonio universal al que pertenece, también serían sectores golpeados a nivel departamental si se materializa la decisión de asociarse con los risaraldenses.
“Sería una lástima que se fuera, una tristeza”, afirma la gerente del Comité Intergremial de Caldas, Carmela Aristizábal, y recuerda la estrecha relación que existe entre Chinchiná y Manizales por trabajo y estudio de sus pobladores. De hecho, cada mes, desde la capital departamental hacia ese municipio se moviliza una cantidad de pasajeros casi igual a su población (52.178 personas) en 3.549 vehículos, según datos de la Terminal de Transportes de la ciudad.
El alcalde chinchinense, Sergio López Arias, reconoce esa cercanía pero señala que también muchos habitantes de su municipio se desplazan a diario hacia Pereira. “Eso también es parte de lo que habría que entrar a analizar”, respondió al salir de la reunión del viernes con las administraciones de Manizales, Villamaría, Palestina y Neira en la Gobernación.
El mandatario local, aunque negó que su intención fuera presionar la creación del área metropolitana del Centro Sur, sí insistió en que debe haber avances prontos en ese proceso o él retomaría sus acercamientos con la Amco. “No estoy dando plazos perentorios, pero sí un tiempo racional para los tres años que nos quedan de administración. Que sean siete u ocho meses, no un año”, advirtió.
Lo importante para él es que su municipio pueda acceder a los beneficios de un área metropolitana en tarifas transporte, administración servicios públicos y recaudo tributario, entre otros. Lo de menos es con quién sea y la propuesta de Risaralda ya está consolidada, mientras en su propio todavía la están pensando.
Ya varias veces se han propuesto alianzas para una mayor integración en Caldas, pero han fracasado. El secretario de Gobierno de Manizales, John Robert Osorio, admitió que “ha habido históricamente algunas dificultades, más de índole política que administrativa” que han impedido concretar varios proyectos comunes entre los municipios que rodean a la ciudad. Pero también enfatizó en la “manifestación de voluntad al unísono” que surgió de la cita del viernes.
Advirtieron los asistentes, sin embargo, que no se trata de reavivar la vieja enemistad histórica entre los departamentos del Eje Cafetero. Según el presidente de la Asociación de Alcaldes de Municipios del PCC y mandatario de Neira, Marino Murillo, “lo que pasa es que es necesario primero consolidarnos como Centro Sur y después pensar en desarrollos legales donde es posible unirnos a Risaralda y Quindío”.
Con él, coincidieron el gobernador (e) Gómez Giraldo, que se refirió a los 11 municipios que hay desde Armenia hasta Neira como un “área metropolitana de facto", y los líderes gremiales Aristizábal y Salazar. “La integración del Eje Cafetero es muy importante, pero respetando nuestras condiciones territoriales de los tres departamentos”, manifestó el cafetero.
Queda por ver entonces si el Centro Sur de Caldas aprovecha la oportunidad que le está dando Chinchiná y cumple, por fin, con sus compromisos o, por el contrario, deja ir al municipio para que viva su propia romance con la Amco. Los primeros plazos para mostrar resultados, con la aprobación de los concejos al convenio de asociación para la actualización de los catastros, están planteados para febrero próximo.
MANIZALES