Por las calles del barrio La Concordia, en el centro de Bogotá, hay indignación y tristeza, tras la muerte de Juan Sebastián Forero, de 25 años –de cariño le decían ‘Chachán’–, quién recibió varios disparos del patrullero Carlos Eduardo Becerra la noche del jueves.
“Sin mediar palabra, llegó y le disparó en la panadería en donde estaba tomando tinto con un amigo al que también hirió en la cara”, afirmó Leidy Paola Aldana, la esposa de Forero con la que tenía una hijo de un año de edad.
Aunque Forero fue trasladado de inmediato, junto con el otro joven herido, al hospital Santa Clara, llegó sin signos vitales al centro médico.
Según los testimonios de la comunidad, Becerra huyó tras dispararles a los jóvenes en el establecimiento, ubicado en la calle 12C con carrera 1A, sin embargo, fue perseguido por un amigo y el primo de la esposa de ‘Chachán’, a quienes amenazó. En ese momento llegaron los policías del cuadrante de la zona quienes detuvieron al agresor. “Se le encontraron una pistola Jericho 9 milímetros y un revólver Smith & Wesson calibre 32”, indicó el fiscal en la audiencia de legalización de captura del uniformado.
Sin embargo, la llegada de más policías al sector y algunas situaciones que los residentes calificaron de irregulares, como que algunos uniformados obligaron a cerrar la panadería en la que ocurrió el crimen y que recogieron los casquillos de las balas, provocaron la indignación de la gente y hubo disturbios.
“Como eso lo tenía que hacer el CTI, la gente lo vio como una irregularidad y comenzaron a tirarles piedras. Muchos pensamos que querían hacer lo mismo que con el grafitero”, afirmó un vecino.
Al sitio acudió el Esmad, pero según los mismos residentes, la intervención del alcalde local de La Candelaria disipó la asonada.
"Sebastián era una persona muy querida en el barrio, siempre presto a ayudar a los vecinos. Además no era ningún delincuente, no tenía antecdentes, ni anotaciones. Por eso hubo disturbios, porque varios policías se reían de lo que pasó. Fue un abuso con el que dejaron a mi hijo sin la posibilidad de tener un padre. ", agregó la esposa de la víctima.
Enemigo acérrimo
Para los vecinos esta es una tragedia por partida doble, porque el patrullero y el joven fallecido residían en La Concordia desde hacía más de 20 años."La familia del policía tiene una tienda acá, ¿quién va querer ir allá después de esto?", contó otro residente.
Sin embargo, siempre hubo rencillas con graves agresiones. “Sospechamos que Becerra tuvo que ver con una granada que le lanzaron a Sebastián en el 2014. Después, en el 2015, ese tipo (el policía) lo cogió a cachazos de pistola delante de todo el mundo en la plaza de mercado”, afirmó la esposa del fallecido.
A raíz de esta situación el uniformado fue denunciado. “Parece que desde esa época a Becerra lo suspendieron del cargo y eso como que le dañó la carrera”, infirió Daniel Forero, hermano de la víctima.
Del patrullero Becerra se sabe que llevaba nueve años en la Institución, y estaba suspendido del cargo desde agosto del 2016 por un proceso disciplinario, por el que tiene una inhabilidad por seis meses y una suspensión del cargo por el mismo tiempo.
Ahora este patrullero tendrá que responder por homicidio agravado por la muerte de Forero, tentativa por herir al otro joven y porte ilegal de armas.