El pasado martes, el joven ingresó a una entidad bancaria en Jamundí, armado con un pedazo de vidrio, e hirió a dos cajeras. Sus familiares dicen que su intención no era robar, sólo buscaba una manera de morir debido a una depresión amorosa.
Según Andrea Zamudio, su hijo, de 16 años, ambos oriundos de Bogotá, estaba pasando por un momento de crisis desde hace 6 meses, porque tiene un hijo de 2 años con otra menor, a la cual, según asegura, los padres le obligaron a separarse.
“Ellos nunca aprobaron la relación y se llevaron a la novia de él para una zona apartada sin que tuviera comunicación con mi hijo. Él entró en depresión por no poder verla a ella ni a su niño, decía constantemente que se quería morir”, señala doña Andrea.
Al ver su situación, una tía del menor decidió trasladarlo a Jamundí para iniciar una nueva vida, donde le iban a ayudar con el estudio y a practicar boxeo en una academia.
“Lloraba constantemente buscando regresar a Bogotá para volver ver a su novia y a su niño. Desde el 24 de diciembre decía que si no los veía prefería morir. Antes de meterse al banco, él había escrito varias cartas a sus primos donde decía que lo perdonaran y a su hermano para que por favor le cuidaran el niño”, relata la madre.
El joven es el segundo de ocho hermanos y, según afirma la señora, ingresó al banco bajo un alto estado de depresión, tentando a los policías para que lo mataran.
“Mi hijo no tenía armas, solo un pedazo de vidrio, gritaba que por favor lo mataran que no quería vivir, pero él no estaba consiente”, aseveró.
Según la versión de la mamá, la Policía procedió mal, pues dice que no se dieron cuenta de las incoherencias que el joven decía teniendo en cuenta que esa acción no es de un asaltante.
“De antemano pido perdón a las cajeras que hirió, y con todo el dolor de madre que siento, también hago un llamado a replantearse la forma en la que actuaron, le dispararon cinco veces a una persona que sólo tenía un vidrio”, reclama la madre.
El joven permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Clínica Valle del Lilí, donde le atienden por disparos que le afectaron la columna, el hígado, el estómago y el cuello.
“Los padres de la novia no creo que sepan, sólo sé que él, a pesar de su corta edad es un joven muy responsable y que ama su familia. Espero que salga bien para que pueda ir a ver a sus hermanos”, concluye la mamá.
CALI