El estancamiento profesional es un síntoma muy común en los empleados alrededor del mundo. Suele confundirse con estrés laboral o con problemas personales de los trabajadores, y aunque no es totalmente ajeno a estos temas, debe tratarse de manera adecuada para prevenir impactos más profundos.
Se trata de una serie de situaciones que conllevan al empleado a entrar en un círculo vicioso del cual se hará cada vez más difícil salir, ya que acarrea inconvenientes tanto para el empleado como para el empleador y, por ello, su prevención está en manos de todos.
Los síntomas del estancamiento laboral son la clave para su diagnóstico temprano. La sensación de aburrimiento y la pérdida de interés o falta de motivación por los temas de la compañía, sumado a la ausencia de oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, la desigualdad en los ascensos y la baja valoración del cumplimiento de objetivos son las principales señales de que un empleado comienza a sofocarse en su puesto actual.
De acuerdo con los expertos en la materia, los empleados más ambiciosos son las principales víctimas del estancamiento profesional. Este perfil de empleado suele asumir los cargos con expectativas muy altas, con un alto interés en el tema y mucho entusiasmo por enfrentar nuevos desafíos. Por ello, cuando las tareas no cuadran con las prometidas, las posibilidades de crecimiento se cierran, no se sienten valorados o retados a nivel profesional, aparece en ellos la decepción y sentimiento de frustración, la productividad baja y el empleado acaba por perder el interés en su cargo y en la compañía.
Es por esto que, ante la primera señal, es importante reaccionar para revertir la situación. A veces cambiar de trabajo no es la única salida. Plantéese objetivos a mediano plazo y cúmplalos. Ser proactivo siempre es bien visto por los jefes y además será una manera de demostrarse a sí mismo de lo que es capaz. Hable con sus superiores y proponga un impulso a su carrera en el corto o mediano plazo.
Actualice también su hoja de vida. Puede que no esté buscando un cambio de empresa, pero siempre es importante conocer el estado actual del mercado, saber qué tan valorado puede ser su perfil en la competencia le ayudará a replantear su papel dentro de la compañía.
Contar con un plan de capacitación también es importante. Mantenerse al día en las nuevas corrientes dentro del campo profesional es un valor agregado que siempre es bien valorado por las empresas y útil para el empleado.
Hoy en día es muy fácil acceder a la oferta de cursos de formación contínua y de formación de alto nivel.
Existen portales de Internet que agrupan la oferta y facilitan la búsqueda y selección de programas de educación por área del conocimiento, universidad, costos, modalidad presencial o virtual, duración de programas. Consúltelos y actualice su formación profesional, es otra manera de evitar el estancamiento laboral.