Los profesionales de hoy en día tienden a segmentar sus conocimientos y enfocar sus saberes en un área o sector específico para poder aumentar su competitividad. El campo del Derecho no se queda atrás.
De hecho, esta es una de las áreas del conocimiento con mayor cantidad de temas y subtemas de orientación profesional. Desde abogados penalistas, de familia, de infancia y niñez, especialistas en temas de género, abogados empresariales, especialistas en comercio exterior, laboralistas... la lista se extiende indefinidamente.
Especializarse en un tema en específico le permite al abogado relacionarse con un colectivo determinado y así entrar a conocer exhaustivamente las peculiaridades de ese grupo, y junto con ello, las posibles soluciones que se pueden dar.
Sucede que la argumentación, la principal arma de todo abogado, depende del detalle de conocimiento que el profesional tenga de un tema en particular: no se trata solo de conocer la ley sino también de saber si fue o no modificada, conocer la jurisprudencia que existe en torno al tema, qué datos pueden aportar a una investigación, qué casos anteriores son semejantes y cómo se resolvieron, con quiénes es mejor relacionarse para lograr resultados más efectivos.
En todos los casos los estudios de posgrado adquieren una enorme relevancia. En términos generales, estos se pueden dividir en:
* Cursos breves: son encuentros que organizan ciertas universidades, firmas, entre otras organizaciones, y cuya duración oscila entre 20 y 50 horas. En ellos se trabajan temas teórico prácticos y tienen como objetivo cubrir una necesidad de conocimiento particular y urgente.
* Seminarios y diplomados: son cursos que se dan con mayor nivel de profundidad en cada tema. Su duración varía entre 20 y 200 horas y suelen estar a cargo de profesionales de alto nivel o de renombre. Las entidades que los ofrecen otorgan certificados de asistencia que garantizan la participación del profesional.
* Especializaciones y maestrías: son programas de formación de alto nivel de mayor duración y exigencia. Los profesionales con este tipo de posgrados pueden demostrar un conocimiento profundo de un tema determinado, que supone mayor nivel de análisis y de investigación en la materia.
* Doctorados: son estudios que generalmente se realizan después de un título de maestría. Un doctorado supone que el profesional es capaz de generar nuevo conocimiento en un área o tema particular, conocimiento que puede ser útil a otros profesionales. No todos los abogados son doctores, aunque con frecuencia se les llame con tal apodo.
Del futuro que se quiera dar a la carrera profesional depende el tipo de posgrado que el profesional deba hacer. Lo importante es escoger el tema de su preferencia. Debe ser un tema que lo apasione, ya que de ello hablará día y noche por el resto de sus días laborales.
Una vez identificado el tema, se debe escoger el programa de posgrado a realizar. Esta selección se facilita con buscadores online que organizan toda la oferta académica y permiten filtrar según el interés del usuario. Consúltelos y comience a estudiar su posgrado en Derecho.