El Acuerdo Municipal 243 de noviembre 13 del 2008 no solo declaró ‘El género musical salsa patrimonio cultural de la ciudad’, sino que propuso actividades para fortalecerla y darla a conocer al mundo. Hoy, la Asociación de Bailarines de Salsa (Asobasalsa) le pide al ministerio de Cultura, a la gobernación del Valle, a la alcaldía de Cali, y a sus respectivas secretarías de Cultura, que fortalezcan las escuelas.
A Corfecali le piden reconocer los procesos de las escuelas lideradas por sus directores. ‘Son, en última instancia, quienes asumen las responsabilidades del sostenimiento y les permite a su vez, brindarles el apoyo para el Salsódromo’, dice un comunicado de Asobasalsa y respaldado por las Fundaciones Combinación Rumbera, Acrosalsa Latina y Sondeluz.
A raíz del debate que se ha generado por la crisis de estas escuelas, Asobasalsa y los directores de estas Fundaciones recuerdan que la crisis no es nueva y que así se lo han manifestado a los gobiernos de turno.
En el 2013, Asobasalsa, AsosalCali y Fedesalsa plantearon el proyecto ‘Escuela Apoyada’ y para desarrollarlo propusieron el método IFPA (Investigación, Formación, Práctica o Circulación y Apoyo).
“Las escuelas han contribuido de manera independiente, y sin ningún apoyo, al crecimiento, posicionamiento y mejoramiento de la imagen cultural de la ciudad siendo ejemplo de identidad y desarrollo social”, dice el documento del 2013 y que hoy retoman.
Aclaran que no son organizaciones con ánimo de lucro, sino industrias culturales .
“Se estima que el 90 por ciento de las escuelas se encuentran en vulnerabilidad”, dice el documento.
Piden crear un sistema de apoyo económico por parte del Gobierno que genere procesos formativos pensados y organizados para el sostenimiento de las escuelas, la profesionalización del bailarín, el instructor, el coreógrafo, el maestro, el director y el personal administrativo.
Dicen que el Festival Mundial de Salsa y el Salsódromo no son la solución, que son grandes eventos en los que se efectúa una relación comercial.
“Es evidente que lo que realmente se necesita es una política pública y definir un plan estratégico con relación a estas escuelas que alimentan el Salsódromo, el Festival y las empresas culturales del espectáculo que demandan bailarines”, dice el comunicado.
CALI