Desde este lunes, en la sala cercana a la puerta principal de la Alcaldía de Medellín, en La Alpujarra, 40 niños y jóvenes de la Comuna 8 (Villa Hermosa) y de la vereda La Loma, del corregimiento de San Cristóbal, exhiben una colección de fotografías y relatos sobre la realidad de los territorios en los que habitan.
En esos territorios, la Administración Municipal y la Unidad de Atención y Reparación a Víctimas han hecho seguimiento a las problemáticas generadas por el conflicto armado, la problemática social y el desplazamiento masivo.
Asimismo, han realizado intervenciones artísticas, lúdicas y de formación con los habitantes de la comuna 8 y el corregimiento de San Cristóbal.
Una de ellas fue el semillero de fotografía social realizado desde el 2015.
A este seminario asistieron los 40 expositores para aprender sobre teoría y composición fotográfica, y así retratar la realidad a través de una cámara profesional.
Para la exposición, los niños y jóvenes en 11 talleres que duraron casi tres meses recorrieron y capturaron desde la otra cara del conflicto los territorios que habitan.
El Centro de Tecnologías de la Universidad EAFIT, el Museo de Arte Moderno, el Museo Casa de la Memoria y el teatro El Trueque fueron otros espacios que hicieron parte del recorrido.
“La mayoría de expositores de una forma u otra han sido tocados por el conflicto. Queríamos brindarles una visión diferente para que ellos reflejaran la antítesis de esas vivencias, aprovechando que estamos en un proceso de paz y cerca a lo que conocemos hoy como el posconflicto”, contó la vocera de la Unidad de Atención y Reparación a Víctimas.
‘Desde mi territorio’, como se llama la exposición, hace parte de la Estrategia de Garantías de no Repetición y Cultura de Paz que busca promover la resolución de los conflictos y generar espacios de convivencia implementado desde el Plan de Desarrollo de Medellín.
La Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos, la Corporación Región, la Corporación para la Comunicación Ciudad Comuna, la Unidad Nacional de Atención y Reparación Integral a Víctimas (Uariv) también impulsaron los talleres y la exposición.
Aproximadamente 90 millones de pesos dispuso la Uariv para la realización del ciclo de talleres de reporterismo gráfico social y el producto final que estará abierto al público hasta el 27 de enero próximo.
Fotos que comunican
“En el taller aprendí las bases de la fotografía para mostrar mi territorio desde un sentido social. Mis compañeros y yo recorrimos las zonas en las que vivimos y rompimos las barreras invisibles que habían”, relató María Alejandra Mosquera Álvarez, estudiante de administración de empresas turísticas y quien vive en la vereda La Loma.
Mosquera, de 22 años, en sus fotografías captó la cotidianidad de los lomeños.
“Escogí fotografiar a las personas ya que en la región somos por lo general muy amables y, además, hemos sido resistentes a una guerra que ha durado muchos años. Con las tomas demuestro la unión y el respeto de mi gente”, explicó.
Por otro lado, Lorena Mosquera Álvarez, hermana de María Alejandra, y quien estudia gestión comunitaria, dijo que la experiencia en el taller fue buena, ya que desde la práctica conoció más su territorio.
“En mis fotografías, reflejo en planos generales y abiertos todo mi territorio, pude conocer lugares que jamás pensé que pertenecían a La Loma. El sector es muy diverso y es increíble que la zona rural y la zona urbana estén tan relacionadas”, expresó Lorena Mosquera.
La estudiante de gestión comunitaria agregó que es triste que dentro de un territorio pueda existir tanta violencia y desinterés por parte del Estado.
Así como las dos hermanas, Mosquera Álvarez, otros 38 niños y jóvenes reflejaron en sus fotografías los lugares más memorables, las mujeres, el riesgo en las viviendas, la flora, la fauna, la felicidad, la historia de resiliencia y los lugares turísticos de sus territorios.
Para la exposición, el semillero de fotografía social brindó un acompañamiento con profesores especializados en fotografía y, además, prestó cámaras profesionales para su realización.
Fernando Ramírez López, tallerista acompañante, dijo que muchos jóvenes quedaron interesados en emplear la fotografía para comunicar ideas y pensamientos.
“Con la exposición buscamos potenciar la participación y la convivencia. También esperamos que la ciudad conozca estas zonas, y sepan que en las comunas de Medellín existen jóvenes que quieren salir adelante y dejar a un lado el conflicto”, finalizó diciendo la vocera de la Unidad Municipal de Atención y Reparación a Víctimas de la Alcaldía de Medellín.
La colección de fotografías y relatos, por ahora, estará en el primero piso del Centro Administrativo Municipal, pero se pretende buscarle otros espacios como centros comerciales y universidades para continuar llevando un mensaje de paz.
Hanier Anturi Ramírez
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN