Para los que son supersticiosos, el viernes 13 fue una fecha de mala suerte. Por lo menos para los que adelantan labores en la Autopista Medellín-Bogotá.
Ese día, tras haber removido 57.124 metros cúbicos de material (podría llenar un edificio de cuatro pisos) y cuando se esperaba que se habilitara parcialmente vía en el kilómetro 14+350, un accidente fatal en la zona opacó las labores de remoción y le costó la vida a Felipe Ramírez, de 29 años, operador de la retroexcavadora, quien falleció tras ser arrollado accidentalmente por uno de sus compañeros.
El desafortunado episodio se suma a otros que han impedido la reapertura –parcial o total– de la Autopista.
El primero de enero se realizó en la zona, una voladura controlada con Indugel para desprender los 60.000 metros cúbicos de talud que amenazaban la zona. En su momento, se esperaba que 48 horas después de la implosión se habilitara parcialmente la vía en la calzada de descenso.
Sin embargo, a pesar de ser catalogado como exitoso el operativo, solo se desprendió poco más de 20.000 metros cúbicos y el resto fue cayendo mediante maquinaria amarilla, dejando una inestabilidad en el terreno.
“Por lapsos de tiempo tuvimos que suspender los trabajos debido a la inestabilidad del material removido, ya que, después de realizar la voladura controlada se desprendió el material que estaba suelto”, expresó Mauricio Parodi, director del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard).
Explicó también, que una vez se comenzó a remover la tierra en la parte baja, el que quedó en la parte más alta comenzó a descender por lo que han tenido que hacer paradas de una o dos horas.
![]() También han caído rocas de gran tamaño. Cortesía Devimed. |
Tras la nueva situación, los esfuerzos por los trabajadores del concesionario Devimed y el Puesto de Mando Unificado se enfocaron en tener la vía habilitada para el puente de Reyes (del 7 al 9 de enero).
El domingo 8 de enero, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez anunció que para el Plan Retorno del lunes 9, estaría habilitado una de las calzadas.
Sin embargo, la montaña se encargó de contradecir la orden. Ese día, expertos de Devimed informaron que la superficiedel talud amaneció agrietada por lo que se truncó la posibilidad de paso por la zona.
A pesar del constante esfuerzo realizado por más de 250 personas, más de un centenar de volquetas y una docena de máquinas amarillas que trabajan desde que sale el sol hasta que se esconde, la terquedad del macizo ha podido más.
Una luz de esperanza se encendió el pasado jueves 12 de enero. El radar que monitorea la actividad de la montaña pasó de alerta roja a naranja, lo que coincidió con el despeje de la calzada de descenso de la vía. Solo faltaba el visto bueno de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
“Hasta cerca de las 7:00 p.m. del jueves todo estaba listo para permitir el tráfico vehicular, pero cuando los carros del concesionarios transitaron por la zona a modo de prueba, el radar pasó de nuevo a alerta roja”, explicó Daniel Tenjo, ingeniero de Proyectos carreteros de la ANI. De nuevo se truncó una eventual posibilidad de rehabilitación de la vía.
![]() Los trabajos continúan, se busca construir un terraplen para dar paso a vehículos. Cortesía Devimed |
Y es que a pesar de estar cerrada, por la Medellín-Bogotá solo pasan tragedias.
El pasado 26 de octubre, un deslizamiento de tierra le quitó la vida a 16 personas en el kilómetro 14+200.
No es todo. En el 2010, otro alud de tierra sepultó a más de 100 personas en el barrio La Gabriela (Bello).
Y es la amenaza sigue latente. Mauricio Parodi, director del Dapard advirtió aparte del de el kilómetro 14+350, otros dos puntos críticos que podrían generar riesgo para los viajeros.
Estos están ubicados entre el puente de Zamora en los límites de Medellín y Bello, y el Alto de la Virgen en el municipio de Guarne. “Son 16 kilómetros donde hay un riesgo permanente”, expresó Parodi
En el primer sitio, la Gobernación de Antioquia y Corantioquia emitieron una orden de suspensión temporal de la actividad minera. En el segundo punto crítico, fueron evacuadas 20 familias.
Para Osvaldo Ordoñez Carmona, Geólogo con Maestría y Doctorado en geociencias, el problema ha sido el tiempo y los malos cálculos.
“Hay mucho afán y presión por la importancia que tiene la carretera. Por eso se han tomado las decisiones, pero hay que ser claros con los cálculos porque primero hablaban de 50.000 metros cúbicos de material y ya van en 100.000 lo que genera más demoras y por eso no se ha podido reabrir la vía”, explicó el experto, quien añadió que tampoco contaban con la caída de bloques grandes de piedra, los cuales requieren otra metodología de maniobra.
Advirtió el geólogo –que es perito de varios procesos en esa vía– que a aunque se restablezca la transitabilidad de la zona, la Autopista aún tiene varios tramos malos por el tipo de macizo rocoso que presenta.
“Es un problema que se va a demorar un rato, espero que las autoridades no tomen decisiones aceleradas urgidos por el afán y que se asesoren con ingenieros expertos en macizo rocoso”, informó Ordoñez.
El experto indicó que unos colegas ofrecieron a Devimed hacer un estudio especializado con lo último en tecnología para tener un diagnóstico biotécnico de cómo está la vía. Dicho estudio, costaría alrededor de 700 millones de pesos.
De otro lado, Germán Vélez, gerente de Devimed, informó que según los últimos avances en trabajos, entre hoy y mañana esperan tener la vía habilitada si las condiciones lo permiten. “Las piedras de la zona central son las que han impedido que la vía se abra, y las hemos movido parcialmente pues hay unas tan pesadas que las excavadoras no las han podido mover”, explicó Vélez, quien espera, por fín, echarle tierra al asunto del talud.
David Alejandro Mercado
Redactor de EL TIEMPO
MEDELLÍN