La llegada de Óscar Naranjo a la vicepresidencia implica un cambio estratégico en las funciones que este despacho ha tenido en los últimos años, no solo por el perfil del general (r) de la Policía, sino por el momento político que vive el país.
Tras la firma de los acuerdos con las Farc, los mayores desafíos son su implementación, el posconflicto y la garantía de que ningún otro actor armado cope los territorios donde reinaba la guerrilla.
El general Naranjo es para muchos el colombiano que más sabe de seguridad, no solo por su inmensa experiencia en el tema de inteligencia, su paso por la dirección de la Policía y su lucha exitosa contra el narcotráfico y las bandas criminales.
Todas las tareas que asumió las cumplió con éxito. “Si el Congreso lo elige, le voy a dar unas funciones específicas que tienen que ver con la implementación del acuerdo, la sustitución de cultivos ilícitos y la lucha contra las bandas criminales”, dijo el presidente Juan Manuel Santos esta semana, al confirmar su inclinación por su nombre.
Constitucionalmente, el vicepresidente está en la banca para reemplazar al jefe del Estado en sus ausencias temporales o definitivas, pero no tiene más funciones asignadas por ley. Eso ha llevado a que los vicepresidentes asuman las responsabilidades que el presidente de turno les asigne.
Con Naranjo, Santos suma tres ‘vices’. El primero, Angelino Garzón (2010-2014), se enfocó en la defensa de los derechos humanos. Germán Vargas (2014-2017) asumió una agenda centrada en tres temas: infraestructura, vivienda y agua potable.
Ahora Naranjo, como lo anticipó Santos, será el vicepresidente de la seguridad, de la implementación de los acuerdos. El vicepresidente de la paz.
“Naranjo lideró la construcción de los mecanismos de seguridad personal y rural en los acuerdos de La Habana”, dijo Ariel Ávila, analista de la Fundación Paz y Reconciliación.
“Esto incluye la protección de líderes sociales y el combate al crimen organizado. De tal forma, que se presume, Naranjo jalonará la creación de las instituciones o el fortalecimiento de las mismas para cumplir esta misión”, agregó Ávila.
Por lo demás, Naranjo goza de gran aprecio en todos los sectores políticos, lo que también ayudará a Santos en la gobernabilidad del final de su mandato.
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