En promedio, 370 animales de fauna silvestre llegan mensualmente al Centro de Atención y Valorización (CAV) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, ubicado en Barbosa.
Allí, y en los centros de atención en Rionegro y San Jerónimo de las corporaciones autónomas regionales, se busca rehabilitar a estos animales y reubicarlos, en la medida de lo posible, en sus hábitats naturales.
En sus 12 años de funcionamiento el CAV ha recuperado a 35.467 individuos, un 66,5 por ciento del total, pero no siempre es fácil rehabilitar fauna silvestre. Muchos de los animales están muy acostumbrados a los humanos o pertenecen a especies con características que no permiten su liberación inmediata.
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Los tiempos de recuperación son variables. Las aves, por ejemplo, deben rehabilitarse por completo –si les cortaron las plumas o fracturaron las alas– antes de poder ser liberadas. Este periodo puede ser de más de un año.
En cambio, los reptiles nunca pierden su condición salvaje, por lo que son más fáciles de rehabilitar.
Más allá de esto, el hábitat natural de muchos animales se reduce cada vez más a causa de la actividad humana.
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Además, gran parte de estos animales silvestres están en peligro de extinción. En el caso de las aves, entre un 20 y 30 por ciento de las especies traficadas están en algún grado de peligro de extinción.
Rehabilitación de Fauna Silvestre by Maria Isabel Ortiz Fonnegra on Scribd
Mamíferos, los más difíciles
¿Por qué son tan complicados de rehabilitar? Muchos de los mamíferos que están en cautiverio ilegalmente son separados de su hábitat desde muy pequeños, y al crecer al lado de personas se humanizan con mucha facilidad.
Por otro lado, hay especies que viven en grupos, por lo que no pueden ser liberados individualmente, explicó Luz Adriana Molina, subdirectora ambiental de la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia).
Ese es el caso del mono cariblanco, “es una especie que se humaniza muy fácil, el sitio de liberación tiene que ser bastante aislado de la gente, y tiene que ser liberado en grupo; además, el grupo se tiene que adaptar y formar un macho dominante”, comentó David Echeverri, biólogo del grupo de Bosques y Biodiversidad de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare).
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Aves, las más traficadas
Colombia es el primer país en diversidad de aves en el mundo pues es hogar de más de 1.900 especies. No obstante, las aves son también los animales más traficados en el país.
“El tráfico está centrado esencialmente en guacamayas, loras y pericos; también hay una proporción significativa de especies cantoras como canarios silvestres, turpiales o sinsontes”, comentó Luz Adriana Molina de Corantioquia.
Las aves son la clase animal que más reciben, por decomisos, rescates o entregas voluntarias, en los centros de atención de Corantioquia y Cornare.
Detrás de esto hay varias razones: su belleza, colores y canto atraen a muchas personas a quererlas como mascotas, y ya que por lo general son fáciles de mantener y adaptan su dieta con facilidad, pueden estar en casas o fincas.
Sin embargo, en cautiverio las aves no comen los alimentos necesarios para mantener coloración y plumaje, que encontrarían en sus hábitats naturales.
Sobre el tema, Luis Felipe Barrera, director de Conservación y Áreas Protegidas de la ONG ProAves, expresó que la longevidad de estos animales y el aprendizaje de algunas palabras también atrae a la gente. También hay tradiciones heredadas generacionalmente. “Cuando los niños en el campo crecen teniendo aves o viendo a sus padres capturar aves, quieren tener una siempre y enseñarles a sus hijos”, dijo.
El tráfico sigue siendo un grave problema
Los animales no solo son extraídos de sus hábitats naturales con fines domésticos, las pieles de las serpientes, y las plumas y picos de las aves son traficados para la industria de la moda, comentó la subdirectora de Ecosistemas de Corantioquia. Por otro lado, en algunas regiones es común la venta de carne de animales silvestres.
Semana Santa es una época de mucho tráfico, “se presenta mucho la comercialización de huevos de tortuga y tortuga. Las aves también, entre marzo y abril. Lo que son serpientes, babillas y caimanes se presentan más en temporada de sequía”, expresó el teniente Óscar Céspedes, jefe de Policía Ambiental de Antioquia.
Uno de los lugares de mayor procedencia de la fauna que se comercializa en el departamento es el Magdalena Medio.
Por otro lado, las zonas cercanas a urbes son las más comunes para la venta. La mayoría de los decomisos son en las autopistas Medellín-Bogotá y Barbosa a Caucasia.
Sin embargo, en el departamento no se ha identificado una estructura criminal organizada asociada al trafico de especies silvestres, comentó el teniente Céspedes.
María Isabel Ortiz F.
Redactora de EL TIEMPO
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MEDELLÍN