Parece profético, pero en Nueva Jerusalén auguraron un conflicto. “A las 6 de la mañana, el 12 de enero, nos van a sacar a todos. Va a haber una pelea grave, porque mucha gente va a salir a oponerse”, dijo Hernán Duque, habitante de ese sector en el norte del valle de Aburrá.
Y así fue. La madrugada de este jueves en ese sector del barrio París (Bello) se tiñó de humo. Gritos, piedras, enfrentamientos y gases lacrimógenos marcaron la jornada de desalojo y demolición de 175 viviendas que se encuentran asentados en predios de la finca El Cortado, una zona de alto riesgo, según estudios de la corporación ambiental Corantioquia y el Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (Dapard).
Entre lágrimas, Juan Francisco Zea buscaba desesperado a su esposa en medio de un tumulto de personas que se enfrentaban ayer a gritos y piedras contra el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) para que no los sacaran de sus hogares.
Como resultado, el personero de Bello, Alejandro Lema, informó que quedaron cinco niños con afectaciones respiratorias por los gases lacrimógenos, diez civiles y tres policías, aunque la Alcaldía de este municipio dice que solo fueron 12 lesionados en total.
Asimismo, solo lograron que salieran voluntariamente siete familias, tras la firma del acta de entrega del predio. Las jornadas de desalojo continuarán sin interrupción hasta que salgan las 175 familias.
![]() Según los reportes, hubo cerca de 20 heridos en los enfrentamientos. |
La de ayer, que estaba programada para las 8 de la mañana, se anticipó tres horas con la llegada del Esmad. Pero mucho antes de la madrugada los habitantes estaban despiertos, no durmieron tranquilos, aseguraron.
A las 5 de la mañana, Juan Francisco tuvo que sacar casi en hombros a su hija que tiene ocho meses de embarazo, pues estaba muy afectada por los gases lacrimógenos. Lo mismo ocurrió con algunos niños y adolescentes que fueron llevados a centros asistenciales.
“El Esmad empezó a tirar los gases. Es muy injusto, porque no nos han dado una solución de vivienda real, si me dan una casa digna, yo desocupo esta tierra”, expresó aún sollozando el hombre. Y pese a que los enfrentamientos comenzaron tan temprano, las primeras ambulancias y representantes de la institucionalidad y organismos de control aparecieron pasadas las 8. Tras su llegada, la situación se calmó un poco pero la tensión se mantuvo latente.
‘El pueblo unido jamás será vencido’, ‘No al desalojo’, ‘Sin soluciones, de aquí no nos vamos, aquí nos quedamos’. Esas eran las consignas que se escuchaban y que iban al unísono de los ruidos que producían las detonaciones. También se oían las quejas de los habitantes, porque no les habían dado una salida justa ante la pérdida de sus viviendas, adornadas ayer con banderas blancas y de Colombia.
![]() Se planteó la posibilidad de suspender el desalojo por falta de garantías con los habitantes |
Margarita Alzate, por su parte, contó que lleva seis años viviendo en la zona y dice que no ha sido notificada: “Logré sacar a mi bebé y lo llevé a otra parte. Tengo a mis otras hijas regadas y sigo pendiente de mi ranchito. No es justo esa forma de sacarnos, nos dijeron que era un censo y no un desalojo”, manifestó.
Añadió que en el enfrentamiento un vecino terminó con una lesión en el ojo. Asimismo, indicó que no ha visto personal de la Personería de Bello, del Icbf o de la Alcaldía Municipal que esté velando por sus derechos.
Esta jornada llegó porque un fallo del Juzgado 26 Administrativo Oral de Medellín ordenó en el 2013, a las alcaldías de Bello y la capital antioqueña, el desalojo y la demolición de las 175 casas ubicadas en predios de la finca El Cortado, que pertenecen al Municipio de Medellín. Sin embargo, también se estipuló que en un término de dos años, a partir del desalojo, se debe concertar un plan de soluciones de vivienda para las personas afectadas.
Pero hay descontento, pues a cada familia se le entregará un subsidio de arriendo temporal de 250.000 pesos mensuales, durante tres meses. Y, aunque César Augusto Arango, director de la Oficina Asesora de Gestión del Riesgo de Bello, aseguró que se está ejecutando el plan de solución de vivienda, muchos habitantes lo negaron e indicaron que las notificaciones se hicieron muy tarde, por lo cual no lograron encontrar una casa, mucho menos en el valor que les ofrecen. Hasta el momento, solo se han entregado 14 cheques.
![]() Cerca de seis horas duró el enfrentamiento entre habitantes y el Esmad |
Luz Teresita Cañas expresó que la notificación le llegó hace solo seis días y que las casas que ha buscado para arriendo están en 350.000 pesos como mínimo. “Por este sector no he podido encontrar una casa y el problema es que yo matriculé a mis hijos en este barrio. Hoy ha sido un caos, mucha gente se me entró a mi casa y me dejaron todo revolcado, no sé si se llevaron algo”, dijo.
Hacia el mediodía, había 24 familias que querían salir voluntariamente, porque ya tenían un lugar donde vivir. Sin embargo, hubo obstáculos por parte de los demás habitantes, concentrados casi todos en el lugar: aun cuando no hubiesen sido notificados, apoyaban a sus vecinos, pues el rumor que corría era que tras la salida de las primeras 175 familias, seguirían las casi 2.000 que están asentadas en el sector.
Lo triste, dijeron las personas, es que la mayoría ya ha tenido que abandonar sus hogares al menos una vez. Muchos son desplazados por la violencia de municipios de Antioquia, así como de comunas de Medellín y una vez más deben vivir el desarraigo y volver a empezar de cero.
Heidi Tamayo Ortiz
Redactora de EL TIEMPO
@HeidiTamayo