La Cruz Roja Colombiana se declaró alarmada por el déficit de sangre en el país, en particular del componente O+, porque la donación se redujo en un 40 por ciento en vacaciones, mientras la demanda para transfusiones aumentó.
El resto del año, el crecimiento de donaciones en la Cruz Roja es en promedio del siete por ciento. Aproximadamente se donan 120.000 unidades de sangre. Sin embargo, la caída del 40 por ciento significa que 4.000 personas dejaron de hacerlo.
Esto es preocupante porque en Colombia, cada día se utilizan 1.800 unidades de glóbulos rojos y 900 unidades de plaquetas, y los bancos de sangre de la Cruz Roja suplen el 18 por ciento de esas necesidades en las zonas más apartadas. “Los bancos del país están necesitando donaciones especialmente de sangre del grupo O+ y O-”, advirtió el director general de salud de la Cruz Roja Colombiana, Francisco Moreno.
La institución humanitaria busca captar las unidades suficientes de sangre para aumentar la recepción de donantes y cubrir la demanda que se presenta en esta época de retorno de las vacaciones. “Las personas salen a vacaciones y dejan de donar. Sin embargo, los enfermos crónicos siguen necesitando igual que antes y hay más accidentes”, explicó Moreno.
En Colombia hay 17 donantes por cada 1.000 habitantes, en promedio, mientras que en países desarrollados como Alemania o Francia la tasa es de 35. “El objetivo es que Colombia llegue a 30”, manifestó.
“En el país, las ciudades tienen abastecimiento suficiente. El reto está en enviar sangre a los lugares más alejados”, precisó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que cerca de la mitad de los 112,5 millones de unidades de sangre que se extraen en el mundo se donan en los países de altos ingresos, donde vive el 19 por ciento de la población del planeta. En estos, el 76 por ciento de las transfusiones se realizan a pacientes mayores de 65 años, mientras que en países en vías de desarrollo, como Colombia, el 65 por ciento de las transfusiones son para niños menores de 5 años.
Son pocos los colombianos que donan, entre otras razones porque hay mitos sobre la donación, como que engorda, que se les pueden transmitir enfermedades, que debilita la potencia sexual, que la sangre se comercializa o que se debe donar solo si lo necesita un familiar o amigo. Sin embargo, esto es mentira, según Moreno.
“Lo importante es saber que donar sangre le llegará a quien lo requiere y no hay otro mecanismo terapéutico diferente. Si las personas entienden esa necesidad son más solidarios. Una persona que dona puede salvar la vida de tres”, explicó.
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