Sin el poder mafioso que le permitió enfrentar a Pablo Escobar e infiltrar a congresistas, contralores y hasta la campaña Samper Presidente, el otrora poderoso jefe del cartel de Cali Gilberto Rodríguez Orejuela se jugó su última carta.
Según le confirmó a EL TIEMPO el propio excapo, a través de un allegado, él mismo aplicó al programa Clemency Project 2014, que ofrecía asistencia legal gratuita a presos que quisieran que su pena fuera revisada.
Rodríguez, condenado a 30 años de cárcel por inundar de coca a Estados Unidos en los 80 y 90, ya tiene 77 años y según el Buró de Prisiones de ese país aún le faltan 13 para recuperar su libertad.
“El programa circuló en varias cárceles federales, Gilberto dice que llenó varios formatos y contestó una entrevista en la que mencionó su excelente récord disciplinario”, explicó el allegado tras hablar este jueves con el excapo.
Y confirmó que a finales del año pasado le notificaron que su petición fue rechazada, con fecha del 8 de agosto, junto con miles de presos más que aspiraban a quedar en libertad.
Ahora, al menos en papeles, el ‘Ajedrecista’, como era conocido en la mafia, solo podrá recuperar su libertad el 2 de noviembre del 2030, a sus 90 años. Según el Departamento de Justicia, el perdón o su negativa lo decide el presidente Barack Obama, como consta en páginas oficiales en la que aparece Rodríguez.
Junto a Madoff
Y aunque Obama pasará a la historia como el presidente de Estados Unidos que más perdones de este tipo ha otorgado en la recta final de su mandato –más de mil–, no tuvo en cuenta el caso del excapo colombiano, a pesar de que este registra un delicado estado de salud.
De hecho, permanece en el correccional de Butner en Carolina del Norte, un complejo de mediana seguridad que tiene las más grandes instalaciones médicas de la Oficina Federal de Prisiones, con especialización en oncología.
Allí hay reos famosos como el inversionista Bernard Madoff, condenado a 150 años por su monumental estafa financiera, y el jefe del crimen en Filadelfia, Nicodemo Scarfo, quien paga 45 años de cárcel.
Y si bien el allegado a Rodríguez no quiso hablar del estado de salud del excapo, confirmó que le fue implantado un marcapasos, debido a una falla cardiaca. Sin embargo, EL TIEMPO estableció que, además, registra tres tipos de cáncer: de piel, de próstata y de colon.
La última vez que se vio una imagen de Rodríguez fue en febrero del 2016 en una videoaudiencia en la que testificó en favor de algunos de sus hijos, procesados por lavado de activos.
La negativa de clemencia al excapo desconcertó a quienes han visto su deterioro y cómo otros mafiosos condenados incluso a cadena perpetua por narcotráfico, han obtenido clemencia. Uno de tantos es John L. Houston Brower, sentenciado en 2002.
El caso ‘Trinidad’
A un indulto presidencial similar, previstos en el artículo 2 de la Constitución de Estados Unidos, han acudido, al menos mediáticamente, miembros de las Farc que buscan la libertad de Ricardo Palmera, alias Simón Trinidad.
El jefe de esa guerrilla está condenado a 60 años de prisión por el secuestro de los ciudadanos estadounidenses Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell.
Y aunque altos funcionarios del gobierno Obama le han asegurado a EL TIEMPO que no hay ninguna solicitud de clemencia, y así lo reiteró la canciller María Ángela Holguín, la versión de que Obama lo puede liberar en los 12 días que le quedan de mandato sigue circulando.
‘Trinidad’ ha pagado la mayor parte de su pena en la prisión de máxima seguridad DC Jail de Washington, encadenado de pies y manos, incomunicado y con un dispositivo eléctrico de control en su pierna derecha. Ya completa 13 años preso y en un video difundido a inicios del 2016, se le ve con el pelo blanco, quejándose del sistema carcelario. El guerrillero está ahora en Florence, Colorado.
Sobre su caso, dos senadores republicanos –Marco Rubio y Lindsey Graham– le enviaron una carta a Obama, el 9 de diciembre pasado, en la que advierten que “dejar por fuera de la custodia estadounidense a ‘Trinidad’ no solo les enviaría un mal mensaje a las Farc y otras organizaciones terroristas, sino que también socavaría el sistema judicial de su país”.
George W. Bush, antecesor de Obama, apenas alcanzó a firmar 11 perdones y Bill Clinton, 61.
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