Aunque la mayoría de los partidos apoya la idea de que las Farc se conviertan en una organización política sin armas, ninguno parece dispuesto a hacer coaliciones con ella.
El presidente Juan Manuel Santos ha dicho que “el objetivo” de este es la transformación de los grupos armados en actores políticos.
Y en este propósito, la mayoría de los partidos han sido sus aliados. Incluso se llegó a formar una coalición por la paz en el Congreso para apoyar las reformas que les permitirán a las Farc llegar a la vida civil. Pero a la hora de conseguir los votos estarán en orillas diferentes.
El senador Jorge Enrique Robledo, precandidato presidencial del Polo Democrático Alternativo, ha dicho que el “regreso de quienes están en las Farc a la vida civil es bienvenido”, pero que su proyecto y el de la guerrilla “son dos cosas políticas distintas”. (Además: Las Farc hacen sus primeras jugadas en política, sin armas)
Su colega Claudia López (Alianza Verde), quien también ha hecho pública su intención de buscar la Presidencia de la República, ha manifestado que con las Farc solo cuenta “para que les cumplan a las víctimas, se sometan a la justicia y cumplan los acuerdos de paz. De resto, no tengo el menor interés, ellas no van a hacer parte de esta coalición”.
El Polo Democrático es el partido de izquierda más fuerte de Colombia, y Alianza Verde es una colectividad que cuenta con caracterizados hombres de esta tendencia ideológica, como Antonio Navarro y Jorge Iván Ospina, exguerrilleros del M-19.
Los de centroderecha
Prácticamente todos los partidos de centroderecha coinciden en que su negativa a unirse con el futuro partido de las Farc radica en diferencias ideológicas.
El senador Hernán Andrade, presidente del Partido Conservador, afirmó que éste “no le caminará” a una alianza en la que esté la colectividad de las Farc, “porque nuestras bases son absolutamente conservadoras”, lo cual genera una incompatibilidad de principios.
El senador liberal Luis Fernando Velasco aseguró que en su partido están “tan ocupados” en la propia unidad y en coaliciones con partidos cercanos, que “honestamente nadie se ha puesto a pensar en coaliciones con las Farc”.
Carlos Fernando Motoa, senador por Cambio Radical, afirmó que en política se trata de hacer alianzas entre ideologías similares y, “por supuesto, nosotros no tenemos mayor entendimiento con las propuestas que presentará ese nuevo movimiento político”.
El senador por ‘la U’ Roy Barreras, uno de los negociadores plenipotenciarios del Gobierno Nacional en La Habana, también ha dicho que su partido tiene cerrada esa puerta.
Y como se sabe, el Centro Democrático ha sido un duro crítico del proceso de paz, por lo que las coaliciones con las Farc no están en su agenda. (Lea también: Listo movimiento que ayudará a la transición de las Farc a la política)
Para Patricia Muñoz Yi, politóloga de la Universidad Javeriana, también pesan “los bajos niveles de favorabilidad que tienen las Farc”, los cuales, para ella, deben ser “reversados” mediante una “estrategia comunicativa” que termine por borrar esa imagen en el electorado.
La especialista afirmó que el hecho de que partidos “que tradicionalmente han sido catalogados de izquierda, como el Polo Democrático o la Alianza Verde”, hayan manifestado “poco interés en formar coalición” con el partido de las Farc se da porque “hay un interés por tener candidaturas presidenciales propias”.
Para muchos es una incógnita lo que vaya a pasar en el terreno electoral con el nuevo partido de las Farc, pero lo cierto es que todo parece indicar que las demás colectividades no le harán fácil la campaña en el 2018.
Recientemente, líderes cercanos a las Farc registraron ante la autoridad electoral el movimiento Voces de Paz, que podría ser la matriz del nuevo partido político de esa organización.
‘Se impone unidad en la izquierda’
Carlos Lozano, director del semanario ‘Voz’ y conocedor de las Farc, afirmó que los sectores de izquierda a los que no les interesa hacer coaliciones con el nuevo partido de esa guerrilla “creen que esto les resta votos en lugar de darles, y en eso están equivocados (...). Hoy, lo que se impone en la izquierda es la más amplia unidad con sectores democráticos, sin exclusiones (...). La izquierda tiene que estar abierta a recibir a los partidos de las organizaciones guerrilleras que hagan tránsito a la vida política sin armas; es la mejor manera de afianzar este camino de paz”, dijo.
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