Pintura negra y blanca, espuma, ponchos, sombreros, gafas, calles blancas y personas de un lado para otro es lo único que se veía en Pasto por estos días. Desde el 28 de diciembre todo Nariño le dio la bienvenida a uno de los carnavales más grandes de Colombia, el de Negros y Blancos.
Declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2009 por la UNESCO, estas fiestas que se vienen celebrando, según historiadores, desde 1546 se han transformado en las celebraciones que convocan a más de 400.000 personas, entre colombianos y extranjeros.
Este 6 de enero, fecha del cierre del festival, los pastusos presentaron sus mejores carrozas en el desfile Magno, con el que generalmente se cierra el Carnaval. Durante más de cinco horas y diez kilómetros varios artistas y aficionados presentaron figuras gigantes, hechas en su mayoría de icopor, a todos los asistentes que desde altas horas de la mañana se ubicaron en las gradas y andenes para tomar el mejor lugar y no perder de ninguna de las comparsas que pasan por el desfile.
Entre aplausos, gritos y el infaltable ¡Viva Pasto, Carajo!, desfilaron por la senda del Carnaval, que comenzó en la Avenida Alfonso Zambrano, carrozas no motorizadas, colectivos coreográficos, disfraces individuales, murgas y comparsas. Alrededor de las cinco de la tarde, que pasó la última carroza, los jurados dieron como ganadores a Jairo Andrés Barrera con la carroza de nombre 'Épica', Armando Javier Galindez con 'Profetas a la fuga' y en tercer lugar, Leonard Augusto Zarama con 'Sin armaduras'.
La lucha de las carrozas: entre la tradición y la innovación
La tradición de las carrozas, como el mismo Carnaval de Negros y Blancos, se ha transformado en una de las tradiciones más representativas de estas fiestas. Varios de los artesanos que todos los años hacen parte de la construcción de estas figuras han participado del carnaval por más de 40 años y algunos de ellos se han ganado el reconocimiento por su trabajo y han logrado que sean llamados para construir las carrozas de las reinas en los Carnavales de Barranquilla y hasta en las ferias de Quito, Ecuador.
Aunque su reconocimiento va creciendo y su pasión a través de los años también, algunos de estos artesanos aún luchan para mantener la tradición con la que se empezó la construcción de estas figuras conocidas a nivel mundial.
Fabián Zambrano, heredero del precursor de las carrozas Alfonso Zambrano, es uno de los artesanos más conocidos en Pasto, Nariño. Él es uno de los pocos participantes del Carnaval que aún utiliza la técnica original para hacer las carrozas.
![]() Carroza realizada con arcilla. Foto: Carol Restrepo. |
“Esta técnica consiste en construir una escultura de madera. Luego de tenerla lista, la envuelven en barro y es forrada en papel. Al terminar este proceso, el artesano amarra el barro con una cabuya para que no se caiga, esto lo esculpen, hacen la forma, lo empapelan y tienen que darle unas cinco o seis capas. Cuando se seca, retiran el barro para que quede hueco y se procede a armar y pintar la figura”, cuenta Paula Murillo, precursora del proyecto: ‘Rutas por los talleres del artesano’, un recorrido en el que llevan a turistas a los talleres de estos hombres días antes de presentarse en el desfile Magno.
Muchos de los artesanos decidieron abandonar esta técnica por ser un trabajo dispendioso y por transformar hacer que sus trabajos fueran vulnerables a la lluvia. A pesar de esto, Fabio Zambrano es uno de los pastusos que está decidido de que se debe mantener la tradición pues esta técnica tuvo que ver con el nombramiento dado por la UNESCO en septiembre del 2009.
![]() Hay controversia por la utilización de Icopor en las carrozas. Foto: Carol Restrepo. |
“Yo trabajo la arcilla porque es por ella que nos dieron el patrimonio intangible a la humanidad, nos lo dieron por la arcilla más no por el papel maché; el icopor es un invento nuevo de hace unos siete u ocho años. De 30 carrozas el único que utiliza arcilla soy yo para no perder el patrimonio, todo mi trabajo está hecho con este material", cuenta Zambrano mientras a un día del desfile Magno se encuentra en un taller con varias de las figuras, aún sin terminar, que harán parte de su carroza ‘Mitos y Leyendas’.
Los autores de las más de 30 carrozas y figuras que deleitan a los asistentes del desfile del seis de enero son en su mayoría personas humildes, como Fabian Zambrano. La creación de estos personajes les nace del “alma” como ellos mismos dicen, y si no participan de un carnaval “se sienten infelices y a veces hasta se enferman”. Aunque actualmente esta actividad no es muy lucrativa para ellos, pues pueden construir una carroza de $40.000.000 y venderla en $20.000.000, significa unos de los momentos del año más importantes. Pueden tardar entre cuatro a tres meses construyendo su monumental figura y en algunas ocasiones pasan días sin dormir.
“El año pasado un artesano pasó una semana sin dormir, el día del desfile murió cuando pasaba con la caravana”, cuenta Silvana Cornejo, guía turística de Pasto.
Actualmente, la mayoría de las carrozas y las que desfilaron en la versión del Carnaval de este 2017, son hechas en icopor y papel maché. El papel, es uno de los requisitos de los jurados para mantener la tradición y aunque el material facilita más el trabajo de los artesanos, también se ha debatido en su impacto en el medio ambiente.
“Mis carrozas, que son de arcilla y papel, se entierran y desaparecen en dos años pero usted entierra una figura hecha de icopor y pasarán 100 años y seguirá ahí”, dice Zambrano.
Un Carnaval para todos los gustos
Son muchas las historias que rodean la famosa fiesta pastusa, una de ellas y que es representada en uno de los desfiles del Carnaval, el del 4 de enero, es el de la Familia Castañeda, que según dicen muchos pastusos llegaron provenientes de Popayán y a su paso formaron una especie de Carnaval.
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Silvana Cornejo, miembro del departamento de Cultura de Pasto, Nariño, cuenta que a comienzos del siglo XX el carnaval no era lo que es ahora. “Hoy nos mezclamos todos. Cuando inicio, dicen los historiadores, que era un carnaval exclusivo de las élites. Ese año se empezaron aplicar los hombres los polvos faciales de las mujeres y esa tradición se empezó a repetir todos los años”, narra.
Por su parte, Johana Jiménez, directora de turismo departamental de Pasto, Nariño, cuenta que este año le apostaron a tener más espacios para todo el público que asiste al Carnaval.
![]() Muestra de artesanos. Foto: Carol Restrepo |
“Este 2017 estamos ofreciendo muchas actividades para todo tipo de gustos, tenemos una muestra teatral gratuita y otro de nuestros grandes atractivos son las ferias artesanales en donde personas de Pasto y todo los municipios de Nariño le enseña a nuestros visitantes el talento del departamento”, dijo.
Para este año, otra de las novedades es la primera Feria Gastronómica del Carnaval que busca ofrecer a los turistas una muestra de lo que es Nariño, su cultura e identidad.
![]() Muestra gastronómica durante el Carnaval. Foto: Carol Restrepo. |
“Hace dos años hicimos un trabajo de investigación donde una de las debilidades del Carnaval es que no se tenía dónde comer. Ahora pueden venir a disfrutar un escenario con decoraciones alusivas al Carnaval de Negros y Blancos. Cada municipio tiene su propia gastronomía, sus propios platos típicos. En la feria tenemos 18 puestos, cada uno con muestras artísticas y artesanales”, narra German Otero, Gerente del Proyecto Primera Feria Gastronómica en Carnaval.
CAROL RESTREPO A.*
Pasto, Nariño
*Por invitación de Fontur