Momentos de pánico y zozobra vivieron ayer los habitantes del municipio de San Gil, en el departamento de Santander, cuando un tractocamión con una carga de 32 toneladas se quedó sin frenos, arremetió contra 23 automotores y dejó un saldo de cinco muertos y 17 heridos.
De acuerdo con el reporte entregado por el Hospital Regional de San Gil, donde fueron remitidos los heridos, entre las 17 personas lesionadas hay una procedente de Bogotá, otra de Sucre, dos de Bucaramanga y los demás son sangileños.
Entre los cuatro fallecidos se identificaron los cuerpos de Rubén Gutiérrez, reconocido guía de deporte de aventuras, y Yesenia Sánchez Muñoz.
Las primeras hipótesis de las autoridades sobre el siniestro señalan que una falla mecánica ocasionó que el conductor del camión perdiera el control de la máquina, en el lugar conocido como Monumento del Agua.
Sin poder retrasar su marcha, el tracocamión alcanzó una velocidad de 120 km/h y arrastró 16 vehículos y 7 motocicletas, que se encontraban estacionados sobre El Malecón, una zona concurrida en la que se concentra la actividad turística del lugar. La mula continúo su embestida sobre la vía que comunica a Bucaramanga con Bogotá y que atraviesa la localidad santandereana, perteneciente a la provincia Guanentá, hasta que colisionó contra un hotel y dos oficinas de turismo, en las que se encontraban estacionados dos taxis, que fueron aprisionados por los ejes de la máquina.
Como resultado del impacto se generó una explosión que fue controlada por el Cuerpo de Bomberos del municipio.
“Fue terrible. Estábamos en la puerta de la oficina, esperando a que llegaran los clientes, cuando sentimos un estruendo de vidrios partidos. Salimos a ver qué sucedía y nos dimos cuenta de que un camión estaba llevándose por delante varios carros, personas y motos. Tuvimos que correr y escondernos en el fondo del local. Cuando ocurrió todo, como si se tratara de un terremoto, tuvimos que evacuar por el calor de las llamas”, relató Sonia María Jiménez, quien atiende una operadora de turismo.
Precisamente, el lugar donde se registró el accidente es una zona de alta afluencia de turistas, porque allí, sobre un costado de la calzada, decenas de hoteles y oficinas se ubican para ofrecer servicios a los cerca de 8.000 visitantes que recibe el municipio durante la temporada de vacaciones.
A pocos metros de allí, también se encuentran el parque Gallineral y el río Fonce, principales atracciones de San Gil, la capital turística de Santander.
El camión, que cubría la ruta Bucaramanga-Bogotá, fue retirado al finalizar la tarde por organismos de socorro, luego de generar un cierre en la vía de más de ocho horas.
La Alcaldía del municipio sostuvo que el accidente de tránsito dejó daños materiales que superan los 2.200 millones de pesos.
‘Una tragedia anunciada’
Para hoy, los habitantes de San Gil participarán en una movilización en homenaje a las víctimas fatales del siniestro y elevarán un clamor ante el Gobierno Nacional para la construcción de una variante de 10,5 kilómetros, por donde los automóviles de este tipo (camiones) puedan transitar sin generar un riesgo para la población y los visitantes.
“Esto es una tragedia anunciada. Le seguimos rogando al Gobierno esa variante que necesita el municipio para evitar este tipo de emergencias. Acompañaremos la manifestación para que en Bogotá nos escuchen para que se pueda declarar la emergencia manifiesta y se haga una intervención de inmediato”, afirmó el alcalde de San Gil, Ariel Fernando Rojas.
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