El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dio la bienvenida al 2017 cambiando parte de su gabinete y nombrando al exministro y actual gobernador del estado Aragua, Tareck el Aissami, como nuevo vicepresidente ejecutivo de la República, quien sería el llamado a sustituirlo en caso de que se celebre un referéndum revocatorio y el mandatario pierda su cargo.
Sobre esa posibilidad, el nombramiento de El Aissami manda un fuerte mensaje a la oposición, pues el hasta hoy gobernador es identificado como uno de los “revolucionarios” más apegados al fallecido presidente Hugo Chávez, de quien fue ministro de Interior durante cuatro años (2008-2012) y uno de los seguidores más radicales de su credo marxista.
En la esfera política se le reconoce como un militante radical de la izquierda desde su época como estudiante de Derecho en la Universidad de los Andes y, hoy día, muy cercano al ministro de Interior, general Néstor Reverol y el comandante de la Guardia Nacional, Antonio Benavides Torres.
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Sus nombres han sido mencionados en investigaciones periodísticas –sobre todo, El Aissami y Reverol– por presuntas vinculaciones con narcotráfico. Incluso, El Aissami fue señalado por Walid Makled, condenado por tráfico de drogas, por haber recibido pagos para facilitar el tránsito de estupefacientes mientras se desempeñaba como ministro de Interior.
El presidente Maduro señaló que con el nombramiento de El Aissami esperaba reforzar la lucha contra el crimen en su país, que el año pasado les costó la vida a más de 28.000 personas, aunque oficialmente no reconoció ese número.
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El mandatario reflotó otras figuras del chavismo, como el hermano del presidente Chávez, Adán, actual gobernador de Barinas y a quien designó como nuevo ministro de Cultura. Lo mismo con el actual diputado y excanciller Elías Jaua, quien será ahora ministro de Educación y vicepresidente de las Misiones Sociales.
Aseguró que comienza una “nueva etapa” en la recuperación económica, por lo que creó el nuevo ministerio de “Economía y Finanzas”, encabezado por Ramón Lobo, hasta hoy diputado y exmiembro del Partido Comunista. Lobo, al igual que Maduro, asegura que el país se encuentra bajo una “guerra económica” orquestada por “la burguesía nacional e internacional”.
VALENTINA LARES MARTIZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas