El Partido Liberal parece inclinarse definitivamente por una consulta interna en las elecciones legislativas del 2018, para escoger su candidato presidencial.
Pero, a la vez, dirigentes de esta colectividad consideran desde ahora que debería haber una alianza con el partido de ‘la U’, el otro socio fuerte de la coalición del actual gobierno, para llegar con un candidato de unidad a la primera vuelta presidencial en mayo del 2018
“La idea es llegar a un consenso con otros partidos de la Unidad Nacional, buscando que el candidato pueda garantizar la continuidad del proceso de paz. Es muy probable que se haga con el partido de ‘la U’, eso se está conversando”, aseguró el presidente de la Cámara, Miguel Ángel Pinto.
Lo mismo confirmó el senador Guillermo García Realpe, quien cree que el liberalismo debe ser el eje de una coalición que defienda la búsqueda de la paz.
Y aunque parezca prematuro, ya se agitan los nombres de varios presidenciables. Según han reconocido fuentes del liberalismo, los nombres que mejor opción pueden tener son los del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; el jefe negociador del Gobierno en La Habana, Humberto de la Calle; el senador Luis Fernando Velasco y la también senadora Viviane Morales, aunque ninguno de ellos ha confirmado explícitamente ese deseo.
Se sabe que Cristo renunciará a su cargo en mayo próximo para asumir ese reto.
El que sí confirmó su aspiración presidencial (el primero en hacerlo) fue el senador Juan Manuel Galán, quien aseguró que le propondrá al partido que se “haga una consulta popular para escoger el candidato presidencial” de la cual él desea hacer parte.
Para trazar definitivamente su rumbo hacia el 2018, los ‘rojos’ tienen pensado hacer el Congreso Nacional Liberal entre marzo y mayo de este año, en el que, además de elegir las directivas de la colectividad, se establecerá el mecanismo para escoger el candidato del partido. ( Lea también: Juan Manuel Galán quiere consulta popular en 2018)
Aunque la consulta se abre paso como el camino para la selección del candidato presidencial, algunos creen que esta escogencia podría hacerla también una convención.
Sin embargo, como lo manifestó la representante a la Cámara Clara Rojas, el primero de estos mecanismos es el que parece tener mayor fuerza, pues permitiría conocer de primera mano la aceptación popular que tienen los aspirantes.
La paz
Lo que sí está prácticamente cantado es que la implementación del acuerdo de paz con las Farc será uno de los ejes principales de la campaña presidencial del 2018 y el liberalismo se prepara a defenderlo.
Se espera una campaña conformada por un bloque de centroderecha, integrado por sectores que han hecho reparos a lo pactado con las Farc, conformado posiblemente por sectores como el Centro Democrático y algunos sectores conservadores, y uno de centroizquierda que apoyaría la continuidad del proceso.
“El liberalismo estaría en ese espectro de centroizquierda y siempre defendiendo el proceso de paz. Ese será el tema fundamental”, puntualizó el senador Guillermo García Realpe.
El Partido Liberal ha sido uno de los más ahincados defensores del proceso con las Farc, desde la Unidad Nacional.
No es para menos, la cabeza de esa negociación fue, precisamente, un liberal: Humberto de la Calle.
Y el hombre que ha tenido que jugársela en el Congreso para el éxito en la implementación de lo pactado en Cuba es el ministro Juan Fernando Cristo, también de las huestes rojas.
“Una de las banderas más sólidas del Partido Liberal hoy es que se implementen todos los acuerdos, que efectivamente esto funcione”, expresó la representante Clara Rojas.
Prueba de ello es que a excepción de la senadora Sofía Gaviria, quien como parte de la Federación de Víctimas de las Farc ha hecho reparos a lo pactado con el grupo guerrillero, la mayoría de los legisladores liberales acompañó al Gobierno tanto en la refrendación del acuerdo en el Congreso como en la aprobación de la ley de amnistía, la primera presentada bajo el mecanismo legislativo especial.
Los liberales, como parte de la Unidad Nacional, han sido fieles al Gobierno en la mayoría de proyectos con origen en el Ejecutivo.
Aunque el panorama aun está crudo, el 2017 será el año en el que se encenderán los motores para las presidenciales.
Los liberales ya preparan su hoja de ruta, pues están convencidos de que el próximo inquilino de la Casa de Nariño puede ser ‘rojo’.
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