Son los ‘levantamuertos’. Los héroes de comienzo de año. Sin capa, pero con camisilla y chanclas. Literalmente ponen las manos al fuego por su familia para preparar el sancocho que le da la bienvenida a un nuevo año.
Cada primero de enero, la carrera 86A del barrio Santa Lucía se llena de humo. En cerca de 200 metros, cuatro familias sacan leña y ollas, y desde tempranas horas comienzan a preparar el tan anhelado plato.
Los Duque, los Acevedo, los Longas y los Pérez. Todos comparten no solo en familia, sino también entre vecinos. El de la casa de los Pérez no ha fallado nunca. Es su ritual. Su tradición.
Desde hace 28 años, cada mañana del primero enero, Norman Mercado llega a la casa de sus suegros, saca la olla y comienza su receta. “No dejo que nadie le meta la mano a la olla, ni siquiera para servir. Son casi tres horas frente al fuego y el humo, pero vale la pena”, cuenta Norman, quien añade que invierte cerca de 240.000 pesos en el sancocho y le rinde para casi 65 platos.
![]() Algunas familias realizan esa tradición hace 15 años. Otras, como los Pérez, llevan casi 30 años seguidos preparando sancocho en la carrera 86A de Santa Lucía. Foto: Guillermo Ossa / EL TIEMPO |
En las casi tres décadas que lleva cocinando, la olla siempre queda vacía. Una tradición que se fue expandiendo a los vecinos. Desde hace cinco años, la familia Acevedo también hace su propio sancocho, una razón más para atraer a la familia.
“Llevamos 20 años en el barrio y me la llevo muy bien con los vecinos, la competencia es buena. Ahora que también hacemos sancocho, todos probamos el de la otra casa. Aquí todos somos familias de las tradicionales, las que mantenemos esas costumbres de estar juntos”, contó Darío Acevedo, habitante del barrio.
Opinión que concuerda con la otro vecino de Santa Lucía: Javier Duque. Él mira a su alrededor y sonríe. “Familias compartiendo entre sí y con sus vecinos. Esta tradición me huele a manga, a pueblo, a las raíces antioqueñas que nos trajimos para la ciudad”, expresa.
![]() Cerca de tres horas dura la preparación de los sancochos. En algunas de las familias alcanzan hasta para 60 platos. El costo varía, pero gastan hasta 200.000 pesos. |
Él y su familia llevan 15 años realizando el tradicional sancocho y este año asegura que les ganó a los Pérez en tiempo.
Asegura que es algo que no se puede dejar perder en la ciudad. Y al ver las familias compartiendo un caldo en medio de un comienzo de año, le da la certeza de que seguirá así.
Cae la noche y la olla de los Pérez es la última en cerrar. Norman se sienta en una silla plástica mientras escucha el sonido de las cucharas golpeando el plato. Sonríe satisfecho. No solo porque a su familia le gustó el plato, sino porque está unida. Incluyendo a José David y Ángela, que no son propiamente Pérez, pero así los hacen sentir desde el 2013, por lo cual no se pierden el sancocho de Norman. “Ya es nuestra tradición”, asegura la pareja.
![]() Más que el plato, la 'sancochada' es un evento que reúne a las familias. |
MEDELLÍN